Estados Unidos y sus aliados están siendo criticados por su gestión de la crisis, especialmente por el caos en el aeropuerto de Kabul, con miles de afganos aterrorizados que tratan de huir.
En un encuentro virtual el jueves, los ministros de Relaciones Exteriores del G7 urgieron a los talibanes a garantizar "el libre paso de extranjeros y afganos" que quisieran abandonar el país.
Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, confirmó en un comunicado la presencia de Joe Biden en la reunión. Está previsto que el presidente de Estados Unidos pronuncie comentarios sobre Afganistán en la Casa Blanca más tarde el domingo.
En junio, el G7 mantuvo su primera cumbre presencial en dos años en el suroeste de Inglaterra, reunión copada por el coronavirus y la posición ante una China cada vez más firme en la escena internacional.
Apenas se abordó entonces la situación de Afganistán, donde los talibanes ya habían comenzado una ofensiva aprovechando la fase final de la retirada de las tropas occidentales tras dos décadas de presencia.
Tras esa cumbre, el avance talibán se aceleró, sorprendiendo a las potencias occidentales, y en pocas semanas consiguieron retomar casi todo Afganistán.
Estados Unidos mandó miles de soldados de refuerzo para ayudar en la evacuación, pero quiere completar esta operación en la fecha prevista de retirada, el 31 de agosto.
Aliados de Washington, Reino Unido entre ellos, sugieren ampliar este plazo, una cuestión que podría formar parte de las discusiones del martes.