Asimismo, las personas contagiadas tuenen once veces más probabilidades de sufrir un ictus (interrupción del flujo sanguíneo, principal causa de Daño Cerebral Adquirido), con 1,699 casos adicionales de cada 10 millones de personas, que los vacunados con Pfizer (143 casos adicionales).
“Este enorme estudio ha demostrado que existe un riesgo muy pequeño de coagulación y otros trastornos arteriales después de la primera dosis de la vacuna COVID-19. En cambio, el riesgo de estos mismos problemas es mucho mayor después de la infección por SARS-CoV-2 ”, dijo Aziz Sheikh, uno de los autores, en un comunicado de prensa.
Los investigadores calculan que 107 de cada 10 millones de personas serían hospitalizadas o morirían por trombocitopenia (bajo nivel de plaquetas en la sangre) dentro de los 28 días posteriores a la primera dosis de la vacuna AstraZeneca. Por el contrario, este número aumenta a 934 personas hospitalizadas o muertas, por cada 10 millones, tras una prueba positiva de COVID-19.
Mientras tanto, se estima que 143 personas de cada 10 millones fueron hospitalizadas o murieron de accidente cerebrovascular isquémico, dentro de los 28 días posteriores a la primera dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech , en comparación con las 1,699 que dieron positivo en la prueba de Covid-19.