Esta explosión hace temer un nuevo ataque tres días después del atentado en el aeropuerto de la capital afgana.
El jueves al anochecer, un atentado suicida reivindicado por el grupo Estado Islámico del Khorasan (EI-K), adversario del nuevo régimen talibán, generó más de un centenar de muertos, en su mayoría civiles afganos concentrados ante el aeropuerto con la esperanza de ser evacuados del país, así como 13 soldados estadounidenses, uno de las peores masacres ocurridas en la capital afgana.
El ataque, del que se desconoce su autoría, ocurre 24 horas después de la advertencia hecha por el Pentágono sobre "amenazas creíbles" contra su misión en Afganistán, que se centra en el aeropuerto de Kabul.
Los talibanes recuperaron en forma repentina el poder el 15 de agosto, y entraron en Kabul sin oposición tras la debacle del ejército afgano, antes apoyado por estadounidenses y aliados que comenzaron a retirarse del país.
A partir de entonces, más de 110,000 personas han sido evacuadas con aviones especialmente fletados por países occidentales, que se turnan en la pista del aeródromo de la capital afgana.
Las fuerzas estadounidenses se encuentran todavía en el área militar del aeropuerto llevando a cabo las últimas evacuaciones de ciudadanos y miembros de su misión y de las fuerzas de la coalición en el país.
En menos de 48 horas se vence el plazo exigido por los talibanes para que los estadounidenses y sus aliados abandonen por completo el país.
Con información de AFP y EFE.