En una muestra de su enemistad, los comunicados del EI se refieren a los talibanes como apóstatas.
Los talibanes, por su parte, se refieren al EI como "círculos del mal”.
El EI-K se enfrentó a la represión de los talibanes contra sus disidentes y no pudo extender su territorio, tal y como consiguió hacer el grupo en Irak y Siria. Después del atentado de este jueves, los talibanes dijeron que los responsables serán reprimidos una vez que se vayan las tropas extranjeras.
En 2019, el ejército gubernamental afgano, después de operaciones conjuntas con Estados Unidos, anunció que lo derrotó en la provincia de Nangarhar.
Según evaluaciones de Estados Unidos y de la ONU, el EI-K operó desde entonces en gran medida mediante células durmientes en las ciudades para perpetrar ataques mediáticos.
El Estado Islámico fue muy crítico con el acuerdo del año pasado entre Washington y los talibanes que condujo a un pacto para la retirada de las tropas extranjeras, acusándolos de abandonar la causa yihadista.
Tras la rápida toma de Afganistán por los talibanes, varios grupos yihadistas en el mundo los felicitaron, pero no el EI.
Un comentario del EI publicado tras la caída de Kabul acusó a los talibanes de traicionar a los yihadistas con el acuerdo con Washington y prometió continuar su lucha, según el SITE Intelligence Group, que monitorea las comunicaciones de grupos militantes.
Pero este grupo podría aprovechar la situación. "Mr. Q", un experto occidental que publica sus investigaciones en Twitter bajo un seudónimo, aseguró que el EI-K perpetró 216 ataques entre el 1 de enero y el 11 de agosto, frente a 34 en el mismo período de 2020.
Con información de AFP
EU abate al líder del Estado Islámico durante ataque en Siria