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El presidente de Argentina piensa dar un giro de timón tras la derrota electoral

Alberto Fernández, después de los malos resultados que su coalición tuvo en las elecciones del domingo, debate cambios en su gestión económica, ya sea a la moderación o a la radicalización.
lun 13 septiembre 2021 02:56 PM
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, habla con un micrófono. La vicepresidenta Cristina Fernández aplaude detrás de él.
"Algo no habremos hecho bien", reconoció Alberto Fernández después de que se conocieron los resultados de las elecciones.

Tras sufrir el domingo una de las peores derrotas electorales de su historia, el peronismo que gobierna Argentina debatía el lunes cambios a su gestión de centroizquierda para recuperar el apoyo perdido, pero el rumbo no estaba claro debido a la heterogeneidad de la coalición.

“Algo no habremos hecho bien”, reconoció el presidente argentino en domingo en la noche. Con casi medio país en la pobreza y una inflación galopante, su margen para remontar luce escaso.

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La recesión que se arrastra desde 2018 —que ya costó en 2019 la derrota electoral al ex presidente conservador Mauricio Macri (2015-2019)—, agravada ahora por la irrupción del coronavirus, ha pasado también factura al actual ejecutivo, desgastado además por escándalos relacionados con la gestión de la pandemia y las antipáticas medidas tomadas para paliarla.

La coalición gobernante Frente de Todos (peronismo de centro-izquierda) obtuvo menos de 31% de los votos a nivel nacional. La colación de centroderecha Juntos por el Cambio, del ex presidente Macri, obtuvo cerca del 38% de los votos, además logró ganar con una ventaja de cinco puntos en la provincia de Buenos Aires, un bastión del peronismo y el mayor distrito electoral de Argentina.

"Las urnas hablaron con mucha contundencia. Es un resultado que no esperábamos", aseveró este lunes Victoria Tolosa Paz, la principal apuesta oficialista para la provincia de Buenos Aires.

Este resultado inesperado hace temer a la coalición gobernante por su mayoría en el Senado y aleja la posibilidad de lograrla en la Cámara de Diputados cuando el 14 de noviembre se celebren los comicios para la renovación parcial del Congreso.

"Es un escenario catastrófico para el gobierno, con estos números la perspectiva es que el triunfo opositor debería consolidarse dentro de dos meses", dijo a la AFP el politólogo Carlos Fara.

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El oficialismo ni siquiera pudo encabezar la votación en la provincia de Santa Cruz, cuna del kirchnerismo, facción del peronismo liderada por la ex presidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernández.

"Esto va a tener consecuencias significativas en el balance interno de la coalición gobernante. Hay que plantearse la posibilidad de giros. Uno no puede descartar un giro hacia la radicalización, pero hay que considerar la hipótesis de un giro hacia el centro", dijo a la agencia Reuters el analista Sergio Berensztein.

Pobreza e inflación en Argentina

A Fernández aún le quedan dos años de mandato con un muy difícil panorama económico.

"Confío en que el camino que iniciamos en 2019 no se altere", dijo Fernández este lunes, en un acto público. Sin embargo, su gobierno tiene varias definiciones pendientes.

Argentina debe negociar con el Fondo Monetario Internacional un acuerdo de facilidades extendidas que reemplace el stand-by suscrito en 2018 durante el gobierno de Macri y por el cual debe 44,000 millones de dólares.

Pero esa negociación fue aplazada para evitar que eventuales medidas de ajuste acordadas con el Fondo impactasen la elección de medio término.

Argentina se encuentra en recesión desde 2018 y el año pasado, en medio de una larga y estricta cuarentena por la pandemia, la caída del Producto Interno Bruto fue de 9.9%, una de las más importantes en la región.

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El país sufre una de las inflaciones más altas del mundo (29% de enero a julio de 2021), con una pobreza de 42%. Desde que comenzó la pandemia, el peso argentino se ha depreciado cerca de 40% pese a un estricto control de cambios y de capitales.

Fernández representa el ala moderada de una coalición en la que conviven liberales con defensores de amplias regulaciones estatales a la economía, como los llamados "kirchneristas duros", representados por la vicepresidenta —y ex mandataria— Cristina Fernández de Kirchner.

La ex presidenta es la cara más poderosa de la coalición oficialista, por lo que sus posturas políticas y económicas han tenido hasta el momento tanto peso como las del presidente.

Tras la cachetada que significaron las primarias, muchos expertos se preguntan si el gobierno apostará por políticas heterodoxas como la emisión monetaria para aumentar los subsidios a los pobres, a expensas de acelerar la ya altísima inflación, o por una mayor ortodoxia económica para anclar las expectativas de la población.

"El curso de la radicalización, sobre todo en temas económicos, tiene pocas chances. La aceleración inflacionaria sería casi inmediata si se dan señales de que se va por ese camino", advirtió a la AFP el analista Marcos Novaro.

Una fuente gubernamental dijo a la agencia Reuters que el gobierno no pretende radicalizarse, aunque quizás no haya margen de maniobra para moderar la gestión. El jefe de gabinete, Santiago Cafiero, dijo el lunes que no están previstos cambios de ministros.

Festejo en la oposición...

Las primeras elecciones con Fernández como presidente no solo eran cruciales para el mandatario —por ser asumidas como un plebiscito a su mandato— sino también para reordenar una oposición que quedó descolocada tras la derrota de Macri en 2019.

"Hoy nace una oportunidad para la Argentina. Comenzamos a ver el fin del populismo en nuestro país", señaló el expresidente tras los comicios, en los que no compite por ningún cargo.

En opinión de la analista Mariel Fornoni, la oposición debe leer en los resultados que "no todo es mérito propio", ya que mucho fue "en contra" del oficialismo. "Los datos de la economía eran muy desgastantes para el gobierno", señaló a la agencia EFE.

Para ella, el "gran ganador" de las primarias, por el éxito de los candidatos a los que avalaba, es el alcalde de Buenos Aires, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, considerado uno de los mejor posicionados para las presidenciales de 2023.

Las primarias mostraron también una nueva figura ascendente, la del economista Javier Milei, que con un discurso provocador de derecha que apela a ideales libertarios resultó el tercero más votado en la ciudad de Buenos Aires (13%).

"¡Libertad, carajo!, ¡libertad, carajo!", gritaba Milei la noche del domingo ante sus seguidores, a los que llama "leones que deben despertar" en un estilo similar al del presidente brasileño Jair Bolsonaro o del exmandatario estadounidense Donald Trump.

De 50 años, con varios libros publicados, un programa de radio e incluso una incursión en el teatro, Milei captó el voto joven y masculino que rechaza a la clase política.

"Responde a la fuerte insatisfacción de ciertos sectores urbanos. Habrá que ver si logra irradiar al resto del país. Hubo ya emergentes parecidos en el pasado, aunque no con su virulencia", comentó Reynoso.

… y también los mercados

El impacto de las elecciones también fue positivo en los mercados: el principal índice de la Bolsa de Buenos Aires, S&P Merval, subía este lunes un 2.91%, luego de marcar una mejora máxima de 10.58%, y el riesgo país bajaba un 6% a 1,469, lejos del récord de 1,669 unidades a finales de marzo.

"Los mercados corren tras las PASO y harán una mejora a corto plazo porque existe una oxigenación de expectativas. Por eso, los precios de activos se recuperan (...) Vienen dos meses de política fiscal (por parte del Gobierno)", dijo el economista Gabriel Caamaño.

La oposición, considerada de centroderecha, es vista como más amigable por los mercados.

El resultado "indudablemente implica, parados a hoy, que lo más probable es un cambio de gobierno en 2023, con todo lo que falta", dijo Camilo Tiscornia, economista de la consultora de C&T.

En la plaza cambiaria, el peso argentino en el segmento mayorista se depreciaba un controlado 0.1%, a 98.20/98.21 por dólar, con control de liquidez impuesto por el banco central (BCRA). El peso en los mercados alternativos cotizaba a 177 por dólar en el bursátil "Contado con Liquidación" y a 174 en el denominado "dólar MEP”.

Con información de AFP, EFE y Reuters

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