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¿Influye más la razón o la intuición?

Es más importante que nunca reconocer el papel de la razón con relación a la intuición para dejar de actuar de forma autodestructiva.
vie 26 abril 2024 06:00 AM
Calm young woman hold hands on chest praying
Las elecciones que tomamos como individuos y sociedades están sumamente sesgadas por patrones psicológicos y condicionamientos emocionales, señala Juan Carlos Chávez.

La creencia colectiva prevalente es que la razón es la fuerza más influyente en los procesos de toma de decisiones. ¿Pero realmente es así?

Conforme subestimamos el papel y la potencia de la intuición en los sistemas cognitivos y conductuales, las elecciones que tomamos como individuos y sociedades seguirán estando sumamente sesgadas por patrones psicológicos y condicionamientos emocionales.

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Es decir, es más importante que nunca reconocer el papel de la razón con relación a la intuición para dejar de actuar de forma autodestructiva.

Dicho reconocimiento es ahora un requisito para toda una gama muy amplia de actividades, desde vender, dirigir equipos u optimizar la rentabilidad en un negocio, hasta mejorar nuestras condiciones de vida y proteger la evolución. Se trata de una cuestión poco trivial y altamente determinante para el porvenir a corto y largo plazo.

Lo primero que debemos considerar es aquello que integra lo que conocemos como "intuición" desde un punto de vista biológico. En síntesis, se trata de sistemas fisiológicos (del cuerpo) y psicológicos (de la mente) configurados por nuestros genes que se manifiestan en emociones y sentimientos. Es muy relevante entender que dicha sistematización se ha logrado a través de más de cuatro mil millones de años en el mapa evolutivo.

En otras palabras, la intuición susurra a la mente lo aprendido durante miles de millones de años desde que surgió la vida.

Finalmente, cada uno de nosotros escucha estas señales por medio de experiencias sintientes (sentimientos) que presentan valencia e intensidad; pueden ser positivos o negativos, así como fuertes o débiles.

Por ejemplo, ¿qué te diría tu intuición sobre entrar a un callejón oscuro en una ciudad peligrosa en la noche? Seguramente, el mensaje que recibiríamos, sin la necesidad de utilizar una sola palabra o código racional, sería claro: no lo hagas.

Dicha influencia intuitiva sucede en absolutamente todas las situaciones a las que nos enfrentamos. En algunos casos extremos que protegen o amenazan la vida, la comunicación se vuelve casi una orden. En otras, menos impactantes, se convierte en una sutil sugerencia.

La intuición es el "Plan A" en la biología del comportamiento. Daniel Kahneman (2012), premio Nobel de Economía, llama a este modo cognitivo el "Sistema 1", aquel que utilizamos para decidir rápidamente frente a las circunstancias, las cuales no permiten un margen para la contemplación y análisis la mayoría de las veces.

Por otro lado, la razón es el "Plan B". Se trata del botón de emergencia de la naturaleza, el cual es muy efectivo en situaciones de vida o muerte, pero poco influyente en la rutina del día a día.

Por ejemplo, en el caso de una tortuga al nacer, su intuición de inmediato le dice "ve hacia el mar", pero, ¿este consejo sería adecuado si hubiera un depredador acechando? Ahí es donde entraría la facultad racional si la tortuga bebé la tuviera desarrollada; este "botón de pánico natural" le diría algo así como "mitiga tu impulso de ir al mar temporalmente hasta que se vaya ese peligro".

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De la misma forma opera la conducta humana. Vamos transitando la existencia principalmente con base en instrucciones intuitivas que moderan nuestras decisiones. Y, en ocasiones especiales, se activa la razón o "Sistema 2" (Kahneman, 2012), invirtiendo mayor energía para evaluar si es conveniente escuchar optar en contra de las sugerencias instintivas y emocionales.

Consecuentemente, las decisiones se dan principalmente escuchando a la intuición sobre la razón, incluyendo los momentos en que optamos por qué comprar, qué comer, cómo entretenernos, qué casa o ciudad habitaremos y mucho más.

Por lo tanto, si lo que buscas es convencer a alguien de cualquier cosa (comprar algo, votar, afiliarse a una causa, etc.) o bien, tomar decisiones más inteligentes, debes comprender el papel predominante de la intuición en nuestros procesos conductuales como especie.

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Nota del editor: Juan Carlos Chávez es Profesor de Creatividad y Etología Económica en el sistema UP/IPADE y autor de los libros Biointeligencia Estratégica (2023), Inteligencia Creativa (2022), Multi-Ser en busca de sentido (2021), Psico-Marketing (2020) y Creatividad: el arma más poderosa del Mundo (2019). Es director de www.G8D.com Agencia de Comunicación Creativa y consultor de cientos de empresas nacionales y transnacionales. Encuentra sus libros en Amazon y síguelo en Facebook , Instagram y LinkedIn .

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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