Trudeau gana la reelección en Canadá, pero su partido no alcanza la mayoría

“Estos resultados nos están enviando de regreso al trabajo con un mandato claro para ayudarnos a superar esta pandemia y a días más brillantes por delante", dijo Trudeau durante su mensaje al conocer los resultados de las votaciones.

Justin Trudeau adelantó las elecciones federales confiando en que obtendría la mayoría en la Cámara de Diputados, gracias a sus altos niveles de aprobación por la pandemia.

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Justin Trudeau se juega su futuro político en las elecciones de Canadá

Con 338 escaños en juego y sin ninguna posibilidad de lograr los 170 necesarios para tener mayoría, las elecciones del lunes 20 de septiembre se desarrollaron con una intensa participación ciudadana durante todo el día.

“Lo que hemos visto esta noche es que millones de canadienses han elegido un plan progresista. Algunos han hablado de división, pero eso no es lo que veo. Eso no es lo que he visto estas últimas semanas en todo el país. Veo canadienses, parados juntos”, dijo Trudeau en Montreal, acompañado por su esposa, Sophie Grégoire.

A pesar de todo, este resultado es muy bueno para Trudeau, pues los pronósticos y encuestas daban un empate técnico y en muchos casos, se inclinaban para el Partido Conservador, liderado por Erin O’Toole, pero no lograron derrotar a los liberales.

O'Toole aceptó su derrota en un discurso, pero dijo que los canadienses “no dieron al señor Trudeau el mandato mayoritario que quería”.

“De hecho, los canadienses lo pusieron nuevamente (en el poder) con una nueva minoría a un costo de 600 millones de dólares (470 millones de dólares estadounidenses) y mayores divisiones en nuestro gran país”.

El Nuevo Partido Democrático se convertirá en una fuerza política que propiciará el equilibrio entre los grandes partidos en el Parlamento, acompañados del Bloque Quebequense y sus 33 escaños.

Por su parte, el Partido del Pueblo Canadiense no alcanzó ningún escaño, pero aumentó su voto popular a nivel nacional, además los Verdes ganaron su primer escaño en Ontario.

Una jornada de gran participación ciudadana

Largas filas, que parecían interminables, fue una de las características principales de las votaciones del lunes 20 de septiembre en las ciudades principales de Canadá, donde era común incluso verlas ya cerca del cierre de casillas, alrededor de 9:00 pm.

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Mucha gente esperó hasta el último momento para salir a votar y emitir su sufragio. Como es tradicional en la cultura canadiense, todos se manejaron de forma respetuosa, no sucedieron eventos irregulares y salvo cuestiones administrativas, la gente pudo ejercer su derecho y votar por un nuevo gobierno.

Otro elemento que llamó la atención fue que los jóvenes tuvieron una gran disposición para participar y aprovechar que tienen la edad para tomar una decisión que determinará el futuro de su país para los próximos años.

Esta intensiva participación logró ajustes interesantes en la composición de la Cámara de Diputados y varios diputados liberales del gabinete no repetirán en el cargo al ser desplazados ante sus oponentes conservadores.

Las primeras semanas de estas elecciones fueron las más difíciles para Trudeau, ya que los manifestantes contra las vacunas se volvieron cada vez más agresivos, la crisis en Afganistán dominó los titulares y los recuentos de casos de COVID-19 siguieron aumentando.

Fue en este momento que los canadienses parecían estar mirando más seriamente el cambio y cuestionando por qué se convocaron las elecciones dado el apoyo constante de los partidos progresistas durante la pandemia, a pesar de la insistencia de Trudeau de que la Cámara se había vuelto "tóxica" y poco colaboradora con su gobierno debido a las posiciones que adquirían los conservadores respecto a sus políticas.

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Tras los debates las encuestas empezaron a mejorar para el partido, y luego, cuando Trudeau marchó por todo el país en un empujón final, la diferencia de enfoque entre los liberales y O'Toole sobre las vacunas fue devuelto al centro del escenario.

Las campañas políticas en Canadá se hacen en la visita de casa en casa por parte de los partidos políticos, llevando sus propuestas y planteando a los ciudadanos la situación actual que vive el país, la provincia o bien la ciudad.

Para los inmigrantes entrevistados en las calles de Ottawa, la capital canadiense, no existe preocupación luego de conocerse el resultado de las elecciones pues confían que no se den grandes cambios en esta materia y se mantengan las políticas migratorias vigentes.

Además, los principales críticos de Trudeau en el Parlamento se han enfocado a otros temas como el manejo de la pandemia, la situación económica y fiscal del país, el cambio climático y la atención a niños y mujeres.

Canadá es un país relativamente tranquilo en su vida cotidiana, salvo en las grandes ciudades como Vancouver, Toronto o Montreal donde el ritmo es más agitado, pero el resto del país estuvo ahora más activo y dinámico pues las elecciones provocaron que la gente saliera a la calle con el objetivo de participar en la elección.

Los conservadores no logran su objetivo

En el voto popular, los conservadores salieron favorecidos. El Partido Conservador obtuvo 5 millones 415,110 votos lo que representa el 33.9%, mientras que el Partido Liberal quedó muy cerca con 5 millones 143,436 votos alcanzando el 32.8% de la votación general. Sin embargo, en Canadá, gana el que obtenga más escaños en el Parlamento y no el que tenga más votos generales.

Si bien lograron algunos avances, los conservadores no lograron destronar a Trudeau a pesar de las grandes esperanzas de los partidarios que se sintieron impulsados ​​por las cifras competitivas de las encuestas a lo largo de la campaña.

Temprano en la noche de las elecciones, los funcionarios del Partido Conservador intentaron descartar los informes que sugerían los liberales se acercaban a la victoria pero con una minoría, pero a la medianoche el candidato conservador Erin O'Toole llamó a Trudeau para reconocer su triunfo.

Según los resultados que se habían contado parece que los conservadores pueden haber capturado una vez más el voto popular, como lo hicieron en 2019.

En su discurso de la noche de las elecciones en Durham, Ontario, O'Toole habló sobre ser el líder que enfrentará a los liberales cuando llegue la próxima elección. Pero la derrota de los conservadores ya ha generado dudas sobre el destino del liderazgo de O’Toole, después de que su predecesor fuera destituido tras un resultado bastante similar en 2019.

"El nuestro es un conservadurismo que no habita en el pasado, sino que aprende de él para asegurar el futuro", dijo. "Haremos un balance de lo que funcionó y lo que no y continuaremos dedicando el tiempo a mostrar a más canadienses que son bienvenidos en el Partido Conservador de Canadá”, expresó en su discurso posterior a conocer los resultados adversos.

¿Qué viene para Canadá?

A medida que 338 parlamentarios recién elegidos se presentarán en la Cámara de los Comunes, no hay que olvidar que al menos 27,370 canadienses han muerto a causa del COVID-19. En ese contexto, esta no fue una elección cualquiera, fue una elección en tiempos de guerra, en medio de una guerra mundial contra una pandemia global.

Este es el contexto principal del que partirá la nueva administración de Justin Trudeau, la recuperación económica y mantener una estrategia nacional efectiva para lograr la superación de la pandemia son los grandes retos que tiene ante sí, el Primer Ministro.

Sin embargo, las condiciones internacionales también marcan otros problemas que deberá atender e integrar en su agenda de gobierno como lo es el cambio climático, los problemas de vivienda para los canadienses, la gran problemática de los “homeless” que se ha vuelto una crisis social y de salud pública; así como mejores políticas públicas de cuidado y atención a niños y mujeres.

La perspectiva para Justin Trudeau es lograr construir un legado que le permita a la sociedad canadiense mantenerse en el mismo nivel de evolución, cuyas características son la modernidad, el desarrollo tecnológico, la innovación y que todo vaya alineado al bienestar de la sociedad.

Ahora bien, no olvidar que la implementación del T-MEC es uno de los grandes pendientes en la administración de Trudeau pues éste traerá también consecuencias positivas o negativas si no se toma en cuenta para las políticas de desarrollo económico e industrial de los próximos años.

Ante ello, Trudeau ha impulsado y promovido que las empresas canadienses aprovechen el Tratado comercial y que sigan viendo al bloque de América del Norte como una gran ventana de oportunidades económicas para que las finanzas del país mejoren y la situación post pandemia tenga un mejor escenario.