En Chile, uno de los países más religiosos de la región, solo es legal abortar bajo tres supuestos —inviabilidad fetal, violación o riesgo de la vida de madre— y, en caso de no cumplirse alguna de estas causales, el aborto está penado con hasta 5 años de prisión.
"La criminalización de la interrupción voluntaria del embarazo también es una forma de violencia de género (...). Avanzar en materia de derechos sexuales y reproductivos es avanzar en igualdad de género", declaró la diputada comunista Carol Kariola, una de las autoras de la moción.
La Cámara de Diputados debe aún concretar el articulado de la iniciativa, que es la que más lejos ha llegado en la historia de Chile, y luego pasará por el Senado.
El proyecto haría que el aborto no fuera punible, pero no lo garantizaría como un derecho libre y gratuito, puesto que para que un proyecto de ley pueda incurrir en gastos en Chile debe contar con el apoyo del gobierno, que rechaza frontalmente la norma.
"El aborto es el fin de la vida de un ciudadano (...). Mientras nosotros discutimos, están muriendo niños inocentes por todo el mundo", denunció el diputado oficialista conservador Diego Schalper.
En México se hace historia al declarar inconstitucional castigar el aborto
Minutos antes de la votación y al grito de "Aborto libre y seguro" y "Será ley", un centenar de mujeres rodearon el edificio de la capital donde se redacta la nueva Constitución chilena para pedir la despenalización del aborto con pancartas y pañuelos verdes, el color de esta lucha social.