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Los líderes del mundo son llamados en la COP26 a dejar "de cavar nuestra tumba"

El máximo responsable de Naciones Unidas, Antonio Guterres, dice que la cumbre climática debe servir para "mantener vivo el objetivo de 1.5 grados" y "recortar las emisiones un 45% para 2030".
lun 01 noviembre 2021 12:03 PM
Antonio Guterres COP26
Secretary General Antonio Guterres speaks during the opening ceremony of the COP26 in Glasgow, United Kingdom, 1 November 2021.

El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió a la comunidad internacional que se comprometa a recortar las emisiones de CO2 en al menos un 45 % para 2030 para evitar "cavar nuestra propia tumba"

"Es el momento de decir basta. Basta de brutalizar la biodiversidad, basta de matarnos a nosotros mismos con carbono, basta de tratar a la naturaleza como una letrina (...) y de cavar nuestra propia tumba", dijo Guterres durante la ceremonia de inauguración de la cumbre de líderes de la COP26 en la ciudad de Glasgow.

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Guterres llamó a acabar con "nuestra adicción a los combustibles fósiles, que está llevando a la humanidad al límite" y subrayó que "los recientes anuncios climáticos pueden dar la impresión de que estamos dándole la vuelta", pero "esto es una ilusión" ya que el planeta se dirige hacia un aumento de las temperaturas de 2.7 ºC a final de siglo.

"Aunque las recientes promesas sean reales y creíbles, y hay serias dudas sobre algunas de ellas, estamos aún acercándonos a una catástrofe. En el mejor escenario, las temperaturas subirán muy por encima de los 2 ºC", agregó.

Guterres señaló que existe un "un déficit de credibilidad y un superávit de confusión sobre la reducción de emisiones, con diferentes objetivos y distintas métricas".

"Por eso, más allá de los mecanismos establecidos en el Acuerdo de París, hoy anuncio que estableceré un grupo de expertos para proponer estándares claros para medir y analizar los compromisos de emisiones cero de actores no estatales", dijo el secretario general de la ONU.

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La COP26, que se celebra hasta el 12 de noviembre en Glasgow, será el escenario donde la comunidad internacional revisará los progresos desde el Acuerdo de París de 2015 y buscará nuevos compromisos para evitar que las temperaturas a final de siglo suban más de 1.5 °C respecto a los valores preindustriales.

El tono de la cumbre, previa a las decisivas negociaciones de la COP26, fue dramático.

"La ira y la impaciencia del mundo serán incontenibles a menos que hagamos de esta COP26 el momento en que abordmos en serio el cambio climático, afirmó el primer ministro , Boris Johnson, anfitrión del evento.

A lo largo de 12 días de negociaciones, que acostumbran a ser extenuantes, los delegados de casi 200 países deben tomar medidas energética para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero, anuncnciar medidas de control mutuo, de transparencia en su política medioambiental y en especial de los países ricos, cumplir con la promesa de 100,000 millones de dólares anuales para los países pobres y vulnerables.

Biden: Estados Unidos ha vuelto a la mesa

Una vasta agenda, que según el presidente estadounidense, Joe Biden, es una "increíble oportunidad" para hacer negocios, y no un fardo.

"Dentro de la creciente catástrofe creo que hay una increíble oportunidad, no sólo para Estados Unidos, sino para todos nosotros", afirmó Biden.

"Estados Unidos no solamente ha vuelto a la mesa, sino que esperamos que lidere con el poder del ejemplo", añadió.

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En la cumbre de dos días en Glasgow hay grandes ausentes, como el chino Xi Jinping, presidente del mayor país emisor de gases contaminantes, el ruso Vladimir Putin, el turco Recep Tayyip Erdogan, que canceló a última hora.

Las expectativas son importantes, y las primeras protestas de ecologistas, en especial jóvenes, hicieron acto de presencia a las puertas del parque de exposiciones donde tiene lugar el encuentro, bajo grandes medidas de seguridad.

Ausencias latinoamericanas

De América Latina no acudieron ni el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ni el brasileño, Jair Bolsonaro, a pesar de que este último estuvo presente en la cumbre del G20, que culminó el domingo en Roma.

Otros países, como Ecuador, asumieron el protagonismo, con un anuncio de ampliación de la reserva natural de las Islas Galápagos en 60,000 km2, que se añaden a los 130,000 km2 actuales.

El presidente Guillermo Lasso anunció esa iniciativa y planteó el canje de deuda externa nacional para la conservación de esa reserva.

Otros, como el presidente boliviano, Luis Arce, denunció en cambio el "capitalismo verde" y aseguró que las negociaciones climáticas siguen estando dominadas por las reglas impuestas por los países desarrollados.

Un total de 196 partes firmaron el Acuerdo de París con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura del planeta a +1.5 ºC.

Pero la realidad es que la Tierra se dirige a un aumento de 2,7 ºC, y con esas cifras, su clima, sus ecosistemas, entran en "territorio desconocido", según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El reto, asegurar el financiamiento de los países ricos

La conferencia sobre el clima de Glasgow debe permitir "recuperar la confianza" entre países desarrollados y en desarrollo, defendió el lunes el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, llamando a respetar el compromiso de los primeros a aportar financiación masiva a los segundos.

Desde hace décadas, los países desfavorecidos piden ayuda para mitigar o adaptarse a las consecuencias de un cambio climático que les afecta especialmente. Pero los países ricos, que en 2009 prometieron aportar 100,000 millones de dólares anuales con este objetivo, siguen sin hacerlo pese a que ya deberían haber entregado dicha suma en 2020.

"Debemos respaldar objetivos con recursos", defendió Sánchez. "Por eso el cumplimiento del objetivo los 100,000 millones de dolares va a ser una de las pruebas de fuego de la COP26 a la hora de recuperar la confianza entre los países del norte y del sur", agregó.

En esta línea, su país se comprometió a aumentar la financiación climática en un 50% respecto de su compromiso actual, para alcanzar los 1,350 millones de euros anuales a partir de 2025.

España destinará asimismo el 20% de sus derechos especiales de giro en el seno del FMI a países vulnerables, un mínimo de 350 millones de euros, anunció.

"La transición ecológica debe ser justa", afirmó Sánchez, defendiendo que los países deben percibirla "no como una amenaza sino como una inmensa oportunidad de crecimiento económico inclusivo".

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, urgió a los "mayores emisores" de CO2 del mundo retrasados en sus compromisos de descarbonización que "incrementen sus ambiciones durante la conferencia de la ONU sobre el clima (COP26), en referencia a Rusia y China.

"La clave (...) aquí en nuestra COP, es que los mayores emisores cuyas estrategias nacionales no están en consonancia con nuestro objetivo de (limitar a) +1,5 grados (el calentamiento global) eleven sus ambiciones en los próximos 15 días", afirmó.

"Esta es la única manera de volver a darle crédito a nuestra estrategia", subrayó.

Macron reclamó que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se encargue de verificar que las transferencias financieras de los Estado ricos efectivamente lleguen a los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático.

"Los países de África, del Pacífico, del Caribe y de América Latina y Sudamérica que más lo necesitan no son los que reciben más de esa financiación, lo sabemos", denunció Macron en su intervención en la cumbre de líderes de la COP26 en la ciudad escocesa de Glasgow.

El jefe del Estado francés señaló que "la OCDE debe seguir y hacer cada año un informe en plena transparencia de la utilización de esos 100,000 millones de dólares" que los Estados más desarrollados se comprometieron a aportar cada año a los países con menos ingresos entre 2020 y 2025 para la acción contra el cambio climático.

Sin entrar en el destino de esos fondos, la OCDE publicó recientemente un informe en el que señalaba que en 2020 sólo se había llegado a 79,600 millones de dólares (unos 68,700 millones de euros) y, con los compromisos actuales, no se espera que esa brecha se cierre hasta 2023.

"Los países más pobres en África, en el Pacífico, en el Caribe viven hoy las primeras consecuencias del cambio climático", agregó Macron, quien señaló que "Francia y la Unión Europea están al nivel de sus compromisos, e incluso un poco más arriba" y subrayó la importancia de la "confianza y la transparencia".

"Todas las economías desarrolladas deben contribuir en su justa medida porque el liderazgo exige ejemplaridad", agregó.

Con información de EFE y AFP

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