Desde 2017, además gobierna en tándem con Murillo, con quien se casó en 2005, pero que ha sido su pareja sentimental desde 1977.
A partir de 2018, la poetisa de 70 años se ha convertido en una de las figuras más polémicas y omnipresentes del segundo países más pobre de América, donde, según sus críticos, nada se mueve sin su consentimiento.
“Los dos son diferentes, pero complementario y, al juntarse, resulta esa fuerza dañina e inescrupulosa que gobierna Nicaragua”, aseguró a la agencia Reuters Fabián Medina, autor del libro biográfico sobre Ortega El preso 198.
"Ortega es pasivo, introvertido, respaldado ante sus bases por sus años de cárcel y guerrilla en el Frente Sandinista y con cero empatía por el sufrimiento ajeno. Murillo es impetuosa, vengativa, extrovertida y de una energía inagotable", agregó.
El 2 de agosto, el Frente Sandinista (FSLN, izquierda) anunció que Ortega, y su esposa serían sus candidatos a presidente y vicepresidenta. Cuatro días después, el Consejo Supremo Electoral (CSE) inhabilitó a un tercer partido, el derechista Ciudadanos por la Libertad (CXL).
Un grupo de opositores piden declarar ilegítimas las elecciones de Nicaragua
"El objetivo de Daniel Ortega y Rosario Murillo es eliminar cualquier posible duda de su supervivencia en el poder", opinó Tiziano Breda, analista del International Crisis Group.
¿Quiénes son los demás candidatos?
Ortega se enfrenta a cinco candidatos desconocidos y señalados de colaborar con el gobierno, tras el arresto de siete aspirantes presidenciales y la anulación de tres partidos opositores, en una ofensiva que desde junio encarceló a 39 políticos, empresarios, campesinos, estudiantes y periodistas.