En 1994, Sudáfrica celebraría finalmente sus primeras elecciones democráticas y multirraciales, con victoria aplastante del CNA de Nelson Mandela (62.65 %). De Klerk, segundo con un 27.81% de los votos, pasaría a ser vicepresidente de Mandela dentro de un gobierno de unidad, tal y como se había acordado previamente.
De ese cargo, que ejerció no sin fuertes tensiones con el célebre primer presidente negro de Sudáfrica, se retiró en 1996 y, poco después, cuestionado también dentro su propio partido, dejó la política (1997).
En el 2000 creó la fundación que lleva su nombre para impulsar su trabajo por la paz y la defensa de su legado.
Sus opiniones, sin embargo, no dejaron de crear polémicas ocasionales en la Sudáfrica democrática, por ejemplo, en forma de comentarios públicos justificando los principios segregacionistas del "apartheid" o por su frontal oposición a las políticas del CNA, que ya nunca perdió el poder desde 1994.
El pasado marzo, en coincidencia con su 85 cumpleaños, la Fundación De Klerk había anunciado que el ex mandatario padecía el agresivo cáncer que finalmente acabó con su vida.
Con información de EFE y Reuters