Estado del bienestar
El joven candidato de 35 años Gabriel Boric, favorito por la alianza izquierdista Apruebo Dignidad (Frente Amplio y Partido Comunista) propone un cambio de modelo basado en el Estado del bienestar de países europeos, al considerar que el actual modelo chileno "está absolutamente estancado".
"Un Estado del bienestar para que todos tengan los mismos derechos, sin importar cuánta plata tienen en la billetera", señaló Boric en entrevista con la AFP, y apuntó a "garantizar derechos sociales universales".
Entre ellos, la creación de un modelo de "seguridad social que no sea un negocio", para sustituir al actual sistema de pensiones de capitalización individualizada por trabajador, pionero en el mundo y criticado por buena parte de la sociedad por no entregar jubilaciones dignas. En su programa electoral, Boric propone "asegurar" una pensión mínima de 250,000 pesos, equivalente a unos 308 dólares.
También plantea un aumento de la cotización mensual, desde el actual 10% del salario al 18%, "en forma gradual" y con gran parte del cargo al empleador.
Liberalismo público-privado
El candidato oficialista Sebastián Sichel, de 44 años, proyecta un sistema de libre mercado con una fuerte participación de pequeñas y medianas empresas, combinado con un Estado fortalecido, bastante ausente hoy en el actual modelo ultraliberal que considera un Estado subsidiario que da prioridad al sector privado en cualquier ámbito de inversión.
"Que no tengamos complejo con el Estado como tenía la derecha antigua, pero que se entienda también el valor del emprendimiento, de la innovación, como decía (el excanciller alemán) Konrad Adenauer: 'Tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario'", afirmó el candidato en entrevista con la AFP.
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Para el cuestionado sistema de pensiones, Sichel considera un modelo similar pero que rompa el actual oligopolio de Administradoras de Fondos de Pensiones. En el último debate presidencial, mencionó un sistema similar al de Australia para maximizar y diseminar las opciones.
"Estamos pensando que los trabajadores puedan elegir si quieren que sus fondos los administre una institución pública o privada, con o sin fines de lucro", explicó Sichel.