Un puñado de demócratas centristas quería un análisis completo de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) para aclarar el precio del paquete antes de aceptar el voto.
La CBO espera completar ese trabajo el viernes. Lo más probable entonces es que el plan sea sometido a votación esa noche o al día siguiente, aunque algunos demócratas están presionando a sus colegas para que se vote ya este jueves.
Controlar la inflación
Aunque la Cámara de Representantes apruebe el proyecto de ley esta semana, el camino que queda por recorrer será accidentado, puesto que el Senado propondrá nuevas redacciones y posiblemente no lo vote hasta diciembre o incluso enero.
Los senadores demócratas no pueden perder un solo voto dentro de su partido porque la Cámara Alta está dividida 50-50. Por esto, cada uno de los legisladores de esta bancada tiene en los hechos un poder de veto sobre cualquier ley mientras los republicanos se mantengan unidos.
Por un lado, los progresistas de ambas cámaras están impulsando un programa nacional de licencia por maternidad remunerada y una mayor expansión de las prestaciones de salud, aunque los últimos datos de inflación podrían perjudicar esos esfuerzos.
Por el otro, el senador de Virginia Occidental Joe Manchin, quien se ha posicionado como el mayor obstáculo que enfrenta la bancada demócrata para que la legislación llegue a la mesa de Biden, ha indicado que se opone a la licencia por maternidad, uno de los puntos más populares del paquete.
Además, Manchin ha defendido que los demócratas deberían frenar el gasto hasta que se controle la inflación.
"Nuestra ley 'Build Back Better' ayudará a impulsar el crecimiento económico a largo plazo a través de un mayor crecimiento de la productividad y de la mano de obra, y no añadirá presiones inflacionistas a la economía", aseguró en un comunicado la vicepresidenta, Kamala Harris, al responder a este argumento.