La publicación concluye que las urbes latinoamericanas podrían reducir a la mitad su consumo de recursos como combustibles fósiles, minerales y alimentos, mientras que combaten la pobreza y la desigualdad.
"Planificar una transformación sostenible es crucial si aspiramos a vivir en una región más limpia, en armonía con la naturaleza y sin dejar a nadie atrás", dijo la directora regional del PNUMA en América Latina y el Caribe, Jacqueline Álvarez.
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Álvarez agregó que "urge una recuperación sostenible de la covid-19" y que "este informe alumbra el camino en la dirección correcta”.
Las ciudades de la región consumen entre 12 y 14 toneladas per cápita anuales de recursos, por encima de los límites considerados sostenible de entre 6 y 8 toneladas per cápita al año, según el informe.
Ya en 2015 —el año que las organizaciones tienen mayor volumen de datos regionales — Latinoamérica consumía anualmente entre 12.5 y 14.4 toneladas per cápita de recursos, y más de la mitad del "stock material urbano" estaba las ciudades de Brasil (38.1%) y México (21.1%).
En 2050, con una población regional de 680 millones de personas, el consumo material doméstico urbano podría aumentar hasta las 25 toneladas per cápita si no se realizan cambios.