BP, el mayor inversor extranjero en Rusia, anunció que abandonará su participación en la petrolera estatal Rosneft ROSN.MM con un costo de hasta 25.000 millones de dólares, lo que reduce sus reservas de petróleo y gas a la mitad.
La abrupta decisión de la empresa británica pone en el punto de mira a otras empresas occidentales que operan en Rusia, en medio de la creciente presión de los gobiernos para que asfixien financieramente a Moscú, después de que lanzó el mayor asalto a un país europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
En una videollamada el domingo, el jefe del mercado interior de la Unión Europea dijo a los directores ejecutivos de Alphabet y su unidad YouTube que prohíba a los usuarios la propaganda de guerra como parte de las medidas para detener la desinformación sobre Ucrania.
Google, de Alphabet, ya ha prohibido al medio de comunicación estatal ruso RT y a otros canales recibir dinero por anuncios en sus sitios web, aplicaciones y videos de YouTube, de forma similar a la medida adoptada por Facebook tras la invasión.