"Prohibimos todas las importaciones de petróleo y gas de Rusia", dijo Biden a la prensa en la Casa Blanca. "Esto significa que el petróleo ruso ya no será aceptable en los puertos de Estados Unidos y que el pueblo estadounidense asestará otro golpe poderoso a la máquina de guerra de (Vladimir) Putin", añadió, en referencia al mandatario ruso.
Los precios del petróleo se dispararon con la noticia. El crudo referencial Brent para mayo LCOc1 subía un 6.57%, a 131.37 dólares por barril, a las 5:21 pm GMT (11:21 pm, hora de la Ciudad de México).
"Esta transición dará al mercado, a las empresas y a las cadenas de suministro tiempo más que suficiente para sustituir las importaciones rusas, que representan el 8% de la demanda del Reino Unido", tuiteó el ministro de Industri y Energía, Kwasi Kwarteng.
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La decisión británica no concierne al gas natural ruso, que representa un 4% del consumo en el Reino Unido.
Pese a todo, Kwarteng afirmó estar "explorando opciones para terminar" también con esas compras. Esta decisión amenaza con agravar la crisis del coste de la vida en el Reino Unido, donde los precios de la gasolina y el gasóleo ya se han disparado por la agitación de los mercados tras la invasión ordenada por Rusia, un importante productor de hidrocarburos esenciales en Europa.
Pero Kwarteng aseguró que la mayor parte de las importaciones británicas de crudo proceden de "socios fiables" como Estados Unidos, Países Bajos y los países del Golfo Pérsico.