También advirtió que ambas partes se encontrarían en un "callejón sin salida".
En cuestión de muertos, "Mariúpol puede ser diez veces Borodianka", pequeña ciudad ucraniana cercana a Kiev atacada y destruida por soldados rusos, señaló Zelenski.
"Cuántos más (casos como el de) Borodianka se presenten, más difícil será" negociar, subrayó.
La situación en Borodianka es "mucho más horrible" que en Bucha declaró Zelenski
"Para ser honesto, no tenemos ninguna confianza en las negociaciones sobre Mariúpol", destacó Zelenski.
Después de que el ejército ucraniano anunciara el 11 de abril que se preparaba para "una última batalla" en esta ciudad del sudeste, el presidente de Ucrania admitió una "situación muy difícil".
"Nuestros soldados están rodeados y, a pesar de todo, siguen defendiéndose", dijo.
"Esto implica la muerte para algunos de nosotros y el cautiverio para otros", publicó en Facebook la 36ª Brigada de la Marina.
Al día siguiente, las autoridades ucranianas afirmaron que los combates dejaron entre 20,000 y 22,000 muertos en Mariúpol, una ciudad estratégica donde en tiempos de paz residían 441,000 personas.
Cuarenta días después de haber comenzado, los combates se concentran ahora en la vasta zona industrial de Mariúpol, cerca del mar de Azov.
El "contacto" se mantiene con las fuerzas ucranianas en el lugar, afirmó Zelenski.
"Es una crisis humanitaria, no hay alimentos, agua ni medicamentos", añadió, acusando a Rusia de "rechazar" la creación de corredores humanitarios.