"Gazprom informó a PGNiG de su intención de suspender completamente los suministros en el marco del contrato Yamal (...) el 27 de abril", indicó en tanto la empresa estatal polaca de gas en un comunicado.
Polonia y Bulgaria, miembros de la OTAN y de la Unión Europea, aseguraron sin embargo que no habrá escasez, pues se prepararon para obtener el gas que falte de otras fuentes.
"No habrá escasez de gas en los hogares polacos", dijo en Twitter la ministra del clima, Anna Moskwa. "Desde el primer día de la guerra, declaramos que estamos preparados para la plena independencia de las materias primas rusas", añadió.
Para hacer frente a la situación, el gobierno búlgaro declaró por su parte que había llevado a cabo "acciones para encontrar acuerdos alternativos para el suministro de gas natural".
Bulgaria asegura que "por el momento" no está prevista ninguna medida de restricción del consumo.
Tras la adopción de sanciones hacia Rusia por parte de los países occidentales, el Kremlin advirtió que los suministros de gas serían interrumpidos si no se pagaban en rublos desde cuentas rusas.
Sin embargo, Moscú aclaró que el precio del gas se mantendría en la moneda de los contratos actuales, casi siempre en euros o dólares, y que los clientes tendrían que hacer una simple operación de cambio en Rusia.
"La parte búlgara cumplió plenamente con sus obligaciones y efectuó todos los pagos exigidos en el contrato a su debido tiempo", dijo el gobierno de Bulgaria tras el anuncio de Gazprom.
El país balcánico denunció asimismo "el nuevo procedimiento de pago en dos tiempos propuesto por la parte rusa".
"No se ajusta al contrato vigente hasta finales de este año y presenta riesgos significativos para la parte búlgara, como realizar pagos sin recibir ninguna entrega de gas de la parte rusa", añadió.