El DUP también teme que esta división administrativa, creada para no reintroducir una frontera física con la vecina República de Irlanda, acabe conduciendo a la reunificación de la isla, separándola del Reino Unido.
Enviado a Belfast, la capital norirlandesas, el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, pidió a los partidos políticos de la región que "cumplan con sus responsabilidades" y formen un gobierno "lo antes posible".
El DUP había hecho caer el ejecutivo norirlandés en febrero con la dimisión de su primer ministro Paul Givan, para marcar su oposición al protocolo.
Londres lleva meses intentando renegociar el texto con Bruselas, sin que hasta ahora haya habido avances significativos, y ha amenazado repetidamente con suspender unilateralmente algunas disposiciones en caso de no llegar a un acuerdo.
"Tenemos que abordar las cuestiones pendientes relacionadas con el protocolo de Irlanda del Norte y queremos hacerlo a través de un acuerdo con la UE, pero siempre hemos tenido claro que no dudaremos en tomar más medidas si es necesario", repitió Lewis.
En la República de Irlanda -país miembro de la UE- el primer ministro Michael Martin dio su apoyo a el lunes a Bruselas.
"Creo que la UE ha mostrado flexibilidad" pero "cada vez" que lo ha hecho hasta ahora esta "no ha sido recíproca", dijo a la emisora pública RTE.
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, pidió al gobierno británico que "baje el tono, sea honesto con el acuerdo que formó y acepte soluciones dentro de ese marco".