Sacudidas por la invasión rusa de Ucrania, Estocolmo y Helsinki han optado por pedir la protección militar de otros países europeos y especialmente de Estados Unidos.
En Washington, la luz verde del Congreso debería ser una formalidad, ya que no hay desavenencias entre la clase política en este caso.
Pero Turquía amenaza con vetar estas adhesiones. El gobierno de Biden asegura que este obstáculo se eliminará gracias sobre todo a los esfuerzos de mediación estadounidenses.
Washington ha comunicado que Suecia y Finlandia ya se benefician de la protección militar estadounidense, sin dar detalles exactos.
"Mientras se estudian sus solicitudes de ingreso en la OTAN, Estados Unidos trabajará con Finlandia y Suecia para permanecer vigilantes ante cualquier amenaza a nuestra seguridad común, y para disuadir y responder a cualquier agresión o amenaza de agresión", dijo Biden el miércoles.