Así lo señala un estudio realizado por Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), en Buenos Aires, el cual analizó muestras de 34 pacientes sanas y 46 pacientes recuperadas COVID-19, asintomáticas o con sintomatología leve. Los análisis se basaron en fluidos foliculares, el líquido que rodea al ovocito.
“(…) nuestros resultados describen por primera vez que la infección por SARS-CoV-2 afecta negativamente al microambiente folicular y, por lo tanto, desregula la función ovárica”, señala el estudio.
En un segundo análisis se encontró que las muestras de quienes padecieron COVID- 19 presentaban “un mayor daño genómico en cultivos de células ováricas y endoteliales”.
Las investigadoras también estimularon un cultivo de células ováricas humanas con los fluidos foliculares y constataron que aquellos procedentes de mujeres que tuvieron COVID producían menos niveles de tres marcadores que favorecen el embarazo.
Las muestras de las mujeres contagiadas con COVID habían contraído el virus en un período de dos a nueve meses anteriores al estudio y en ninguno de los casos se encontraban vacunadas.