La DGS informó previamente de 238 muertes en exceso debido a la ola de calor del 7 al 13 de julio, pero Freitas dijo que el número de víctimas mortales ha aumentado a 1,063 para el período hasta el 18 de julio.
Las altas temperaturas, la sequía y la mala gestión de los bosques han sido las causas de varios incendios que han afectado a Portugal. Los bomberos también afrontan dificultades para contener las llamas en otras naciones del sur de Europa.
Más de 30 incendios forestales siguieron asolando partes de la vecina España, con las autoridades prestando especial atención a cuatro en Castilla y León y Galicia.
En Losacio, en el noroeste de la provincia de Zamora, donde dos personas murieron y tres resultaron heridas de gravedad, más de 6,000 personas de 32 pueblos fueron evacuadas.
Unas dramáticas imágenes de televisión mostraron llamas y las columnas de humo que se extendían en el cielo nocturno cerca de la ciudad zamorana de Tábara.
En Galicia, más de 1,500 personas han sido evacuadas de la trayectoria de cuatro incendios, que han dañado varios edificios.
En lo que va de año se han quemado en España 70,000 hectáreas, aproximadamente el doble del promedio de la última década, según datos oficiales anteriores a la ola de calor.
Olas de calor más frecuentes
Un estudio publicado por científicos del clima en junio en la revista "Environmental Research: Climate" concluyó que era muy probable que el cambio climático este empeorando las olas de calor.
Según un informe de la ONU de febrero de 2022, se espera que el número de incendios forestales extremos aumente un 30% en los próximos 28 años, ya que el cambio climático provocado por el hombre está provocando sequías.
"Estamos viendo olas de calor más frecuentes y son más calientes de lo que habrían sido sin el cambio climático", dijo a Reuters Friederike Otto, profesora titular de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres.
Con información de AFP, EFE y Reuters