"Reiteramos nuestra solidaridad con las autoridades legítimamente constituidas", dijeron los países en un comunicado conjunto. "Confiamos en que todos los actores nacionales privilegiarán la construcción de consensos amplios", añadió el texto.
Aunque su elección asustó a inversionistas, Castillo ha moderado su postura, manteniendo a los tecnócratas en el ministerio de finanzas. El mandatario ha atravesado varias crisis, sobrevivido a dos intentos de destitución y la reorganización de su gabinete en varias ocasiones.
También está sometido a seis investigaciones penales distintas, entre otras cosas, por obstrucción a la justicia en el despido de un ministro del Interior. Los legisladores de la oposición han dicho que les gustaría lanzar un tercer intento de destitución, pero reconocen que no tienen los votos necesarios para hacerlo.
México, Argentina y Bolivia están dirigidos por gobiernos de izquierda que han apoyado a Castillo en el pasado. Ecuador está dirigido por el centroderechista Guillermo Lasso.