La Carta Magna propuesta establece un modelo de salud "universal, público e integrado", por el cual se aporta a un sistema unificado y se puede optar por un seguro privado complementario.
El objetivo es evitar "que finalmente (solo) el que tiene dinero en el bolsillo pueda pagar la atención", señala a la AFP la doctora Francisca Crispi, presidenta del Colegio Médico (Colmed) de Santiago.
¿Cómo se distribuyen los recursos?
La posibilidad de elegir el destino del aporte sanitario se traduce actualmente en una falta de recursos para financiar el sistema público, que cubre la mayoría de su presupuesto con fondos del Estado. Solo el 21% proviene de los trabajadores.
"Mayor cantidad de gente se atiende en el sector público, pero menos plata entra. Más plata entra al sector privado y es menos gente la que se atiende, por lo tanto sí hay una mejor atención", indica Pérez.
En los hospitales públicos, las salas de urgencia se abarrotan a diario con tiempos de espera de más de seis horas, y para algunos tratamientos u operaciones las listas de espera superan los 500 días.
"Tenemos mucho que mejorar y fortalecer en la gestión del sistema público para lograr optimizar la capacidad", dijo Crispi, quien señaló que los quirófanos públicos se cierran muchas veces a la una de la tarde.