Así, los asaltos, secuestros, extorsiones y agresiones sexuales hacia las personas migrantes son eventos cotidianos en el sur de México; otra cara de la violencia en las fronteras del país.
Desde febrero, un equipo móvil de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) comenzó a brindar atención médica, de salud mental, servicios sociales y promoción de la salud en el municipio de Palenque, Chiapas. En esta comunidad anclada en la selva maya del sureste de México, las bandas criminales y los operativos policiales tienen en su punto de mira a la comunidad migrante.
Ante la falta de servicios médicos y el incremento de casos de violencia en la zona, el equipo de MSF comenzó a ofrecer también estos servicios en las comunidades de Chancalá, Zapote, Santuario y Salto de Agua, ubicadas en las inmediaciones de Palenque.
En las consultas médicas, de salud mental o trabajo social son recurrentes los relatos de hombres, mujeres y menores que son despojados de sus pocas pertenencias, obligados en ocasiones a quitarse la ropa, o son agredidos física y sexualmente.
Así lo relatan Irvin y Axel, dos personas hondureñas que lograron escapar de la violencia de las maras que desde décadas controlan su país, sólo para encontrarse con más agresiones en su entrada a México.
Irvin, Comayagua, Honduras. 21 años
Salí de Honduras para buscar una vida mejor. No quiero seguir viviendo en la miseria, quiero salir adelante y eso es todo.