Los líderes de los 27 países de la UE debatirán la cuestión en una reunión en Praga el viernes.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró el miércoles que una de las cuestiones era garantizar que los Estados miembros no se sobrepujaran unos a otros por el gas en los mercados mundiales e impulsaran los precios, y que debían empezar a comprar gas conjuntamente.
Novak condenó la implementación de un tope al precio del petróleo ruso, como plantea la Unión Europea, ya que "violaría los mecanismos del mercado" y podría tener un "efecto muy perjudicial" en la industria mundial.
A principios de septiembre, los países del G7 anunciaron que iban a instaurar "urgentemente" un tope a los precios del petróleo ruso, para limitar los ingresos vinculados a la venta de hidrocarburos.
En concreto, Rusia vendería su petróleo a esos países a un precio inferior al que lo hace en la actualidad, pero seguiría siendo superior al precio de producción, para que le siga interesando vendérselo y que no corte el suministro.
Pero India y China, dos de los mayores importadores de petróleo del mundo, no parecen dispuestos a apoyar al G7 en esa iniciativa, pues los dos países se benefician de un precio rebajado del petróleo ruso.
Por otro lado, Novak aplaudió "la decisión histórica" de los países de la OPEP+ de bajar drásticamente las cuotas de producción, en dos millones de barriles diarios a partir de noviembre, para apoyar los precios, afectados por los temores de recesión.
Con información de AFP y Reuters