La prisión de Evin en Teherán, donde están los prisioneros políticos y los extranjeros, también registró enfrentamientos el sábado por la noche. Un incendio en dicha prisión dejó un saldo de cuatro presos muertos y 61 heridos. La televisión estatal emitió un video que aparentemente mostraba que la calma había vuelto a las instalaciones.
Al ser consultado por el incendio de la prisión, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo a periodistas durante un viaje de campaña el sábado a Portland que el Gobierno iraní era "muy opresivo" y que estaba sorprendido por el valor de los manifestantes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán dijo que Biden había interferido en asuntos de Estado al mostrar su apoyo a las protestas antigubernamentales.
Grupos de derechos dijeron que al menos 240 manifestantes habían muerto en las protestas antigubernamentales, incluidos 32 menores. Más de 8.000 personas han sido detenidas en 111 ciudades y pueblos, informó el sábado la agencia de noticias activista iraní HRANA.
Irán, que ha culpado de la violencia a sus enemigos internos y externos, niega que las fuerzas de seguridad hayan matado a los manifestantes. Los medios de comunicación estatales afirmaron el sábado que al menos 26 miembros de las fuerzas de seguridad habían muerto a manos de "alborotadores".