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España y Marruecos: una historia de disputas territoriales y migración

Fuera de las canchas, los dos países han tenido una relación complicada desde mediados del siglo XIX, que incluye guerras de independencia y problemas fronterizos.
mar 06 diciembre 2022 05:04 AM

Una ciudad fronteriza española con Marruecos como es Ceuta vivirá este martes de una forma más especial el partido de los octavos de final del Mundial de Qatar 2022 que enfrentará a España con Marruecos. Miles de ciudadanos marroquíes seguirán este encuentro con el "corazón dividido" en la autonomía ceutí.

Mohamed El Boushadi, natural de Castillejos (Marruecos), lleva 14 años residiendo en España, pero este martes cruzará la frontera al término de su jornada laboral para ver el partido junto a sus familiares.

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"Prefiero verlo con ellos y me gustaría que ganara Marruecos, aunque si la victoria es para España, a partir de ese momento iré con España para que gane el Mundial", comentó a EFE este joven que trabaja en una cafetería situada en el centro de la ciudad.

Según los datos aportados a la agencia EFE por la Delegación del gobierno en Ceuta, en esta ciudad autónoma hay oficialmente censados 4,000 marroquíes con residencia legal, muchos de ellos con muchos años de antigüedad.

España y Marruecos guardan una relación estrecha, pero muy complicada desde mediados del siglo XIX, cuando el reino de España y el sultanato de Marruecos sostuvieron un conflicto armado que termino con la firma de un tratado de paz que obligó al país africano a hacer varias concesiones.

A principios del siglo XX, el gobierno español y Marruecos acuerdan establecer un protectorado en dos zonas de seguridad de su territorios: al norte de rodeando las ciudades de Ceuta y Melilla y una franja al sur que protegía el acceso a la colonia española de Sáhara Occidental.

La población marroquí no estuvo de acuerdo y se levantó una rebelión contra las tropas española, que no pudo ser aplacada sino hasta 1925, por las maniobras conjuntas de las fuerzas armadas españolas y el ejército de Francia, país que controlaba el resto del territorio marroquí.

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Durante la Segunda Guerra Mundial surgen voces y partidos políticos que reclaman la independencia de Marruecos. Esta fue reconocida por Francia y España en 1956.

Desde entonces, estos son algunos de los problemas que ambos países han sostenido.

La soberanía del Sáhara Occidental

Ubicado al noroeste de África, el Sáhara Occidental es un territorio con unos 550,000 habitantes en una superficie de 266,000 kilómetros cuadrados, un poco más que el tamaño de Chihuahua. Fue una provincia española desde 1885 hasta 1976, después de que Marruecos invadiera el territorio mediante la llamada Marcha Verde.

El gobierno marroquí coordinó la entrada en el Sáhara español de unos 350,000 civiles desarmados acompañados por 25,000 soldados. Ocurrió entre el 6-9 de noviembre de 1975. Las fuerzas armadas españolas fueron ordenadas a no disparar contra los manifestantes para evitar una masacre de civiles.

Marruecos conmemora cada 6 de noviembre la Marcha Verde, recordada por los marroquíes como un evento heroico que sirvió para recuperar una tierra que siempre les perteneció, según su punto de vista.

España atravesaba entonces una situación de inestabilidad, pues estaba bastante afectado por la crisis del petróleo de 1973, pero además había incertidumbre sobre qué ocurriría una vez falleciera el anciano dictador Francisco Franco. La marcha fue el 6 de noviembre; Franco murió el 20 de noviembre.

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España, Marruecos y Mauritania acordaron que la provincia española del Sáhara pasará a ser administrada temporalmente por Marruecos y Mauritania, los cuales querían hacerse con el territorio.

El Acuerdo de Madrid se firmó el 14 de noviembre de 1975. Seis días después murió Franco.

En 1976, España salió del territorio. En respuesta, el Frente Polisario proclamó la República Árabe Saharaui Democrática e inició una guerra contra Marruecos y Mauritania con la intención de lograr la autodeterminación.

Mauritania renunció a sus pretensiones en 1979, mientras que Marruecos ha ido consolidando progresivamente su presencia en el territorio.

Tras mantener hostilidades desde 1975, Marruecos y el Polisario firmaron un alto el fuego en 1991. El acuerdo creaba la misión Minurso por parte de Naciones Unidas.

Su misión es monitorear el alto el fuego y organizar un referéndum que permita a los saharauis elegir entre la integración del territorio a Marruecos o la independencia.

Minurso tiene unas 440 personas sobre el terreno. Treinta años después, ha sido incapaz de organizar el referéndum de autodeterminación.

“El gobierno de España trata de que su nombre se asocie cuanto menos mejor a todo este asunto, pese a la indudable ligazón histórica y jurídica que tiene con el territorio del Sáhara Occidental”, indica la organización Amnistía Internacional en un comunicados.

A mediados de noviembre de 2020, tras un intercambio de disparos en la zona fronteriza sur del Sáhara Occidental con Mauritania entre el ejército marroquí y tropas del Frente Polisario, los saharauis acusaron a Marruecos de haber roto el alto el fuego y haber provocado el reinicio del conflicto armado.

Desde entonces se han sucedido pequeños enfrentamientos militares entre ambas partes, en los que han muerto un número indeterminado de personas, con pocos datos independientes sobre los combates o sobre las bajas habidas, señala Amnistía.

En marzo de 2022, el rey de Marruecos, Mohamed VI, difundió una carta en la que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, indica que “la base más seria creíble y realista para resolución de esta” disputa es mantener la autonomía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.

Migración irregular

Marruecos, situado en la punta noroeste de África, es un país de tránsito para muchos candidatos a la emigración que buscan llegar a Europa desde sus costas atlántica o mediterránea. Ceuta y Melilla, dos enclaves españoles, sonlas únicas fronteras terrestres entre la Unión Europa y África.

La última gran tragedia en esta frontera sucedió apenas a mediados de ese año. El 24 de junio, cerca de 2,000 emigrantes en su mayoría de Sudán, país muy pobre y devastado por los conflictos, intentaron cruzar la frontera que separa Marruecos del enclave español de Melilla.

Al menos 23 emigrantes murieron en aquella tentativa de cruzar a Melilla, según un balance de las autoridades marroquíes.

Sin embargo, expertos independientes nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU hablaron, el 31 de octubre, de 37 muertos. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), principal asociación independiente de defensa de los derechos humanos de su país, cifró los muertos en 27.

Estos expertos de la ONU calificaron como "alarmante" el hecho de que ni España ni Marruecos hayan asumido todavía responsabilidades y condenaron el "uso excesivo y letal de la fuerza por parte de las autoridades marroquíes y españolas”.

Este balance humano es el más grave registrado en una de las numerosas tentativas de migrantes por entrar a Melilla y al enclave español vecino de Ceuta

Madrid y Rabat justificaron la firmeza de su respuesta por la violencia de los emigrantes. Sin embargo, los videos publicados en las redes sociales tras los hechos mostraban a esas personas en el suelo, golpeadas por agentes marroquíes.

Los hechos se produjeron poco más de tres meses después de que Madrid y Rabat reanudaran la cooperación en temas migratorios, tras un año de tensión diplomática.

El Defensor del Pueblo español, que investiga el episodio, al igual que la fiscalía, concluyó, a mediados de octubre, que España no había respetado "las garantías legales" de los emigrantes.

Con informaicón de AFP y EFE

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