Al menos 23 emigrantes murieron en aquella tentativa de cruzar a Melilla, según un balance de las autoridades marroquíes.
Sin embargo, expertos independientes nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU hablaron, el 31 de octubre, de 37 muertos. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), principal asociación independiente de defensa de los derechos humanos de su país, cifró los muertos en 27.
Estos expertos de la ONU calificaron como "alarmante" el hecho de que ni España ni Marruecos hayan asumido todavía responsabilidades y condenaron el "uso excesivo y letal de la fuerza por parte de las autoridades marroquíes y españolas”.
Este balance humano es el más grave registrado en una de las numerosas tentativas de migrantes por entrar a Melilla y al enclave español vecino de Ceuta
Madrid y Rabat justificaron la firmeza de su respuesta por la violencia de los emigrantes. Sin embargo, los videos publicados en las redes sociales tras los hechos mostraban a esas personas en el suelo, golpeadas por agentes marroquíes.
Los hechos se produjeron poco más de tres meses después de que Madrid y Rabat reanudaran la cooperación en temas migratorios, tras un año de tensión diplomática.
El Defensor del Pueblo español, que investiga el episodio, al igual que la fiscalía, concluyó, a mediados de octubre, que España no había respetado "las garantías legales" de los emigrantes.
Con informaicón de AFP y EFE