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¿Qué pasó en Melilla y por qué Amnistía lo califica como una tragedia?

Decenas de personas migrantes murieron en junio en el paso fronterizo entre Marruecos y España, sin que las autoridades de ambos países se hayan hecho responsables.
mar 13 diciembre 2022 06:05 PM
La valla fronteriza entre Marruecos y el enclave español de Melilla en el norte de España.
La valla que separa Marruecos del enclave español de Melilla es una de las dos únicas fronteras de la Unión Europea con África.

Los gobiernos de España y Marruecos son objeto de demandas insistentes par que expliquen la actuación de sus respectivas fuerzas de seguridad en el intento de frenar la entrada de migrantes a Melilla en junio de este año, que se saldó con al menos 23 personas migrantes muertas.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y su ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, son los principales señalados en Madrid por la actuación de la policía español, que de acuerdo con reportes de la prensa, actúo de manera cuestionable en este caso.

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Esto es lo que sabemos sobre la tragedia de Melilla y cómo afecta la relación entre España y Marruecos.

La relación política de Marruecos y España

Las relaciones entre Marruecos se han mantenido estables desde hace años, salvo un incidente diplomático ocurrido en abril de 2021 y que involucró al Sahara Occidental. Entonces trascendió que Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, se encontraba en un hospital de Madrid para recibir tratamiento por un caso severo de covid-19.

Rabat consideró que el líder polisario había entrado a España con documentos y exigió a Madrid una “investigación transparente” sobre la entrada de Ghali.

Marruecos controla actualmente parte del Sahara Occidental, mientras que otra está bajo el mando del Frente Popular para la Liberación de Saguía el-Hamra y de Río de Oro, conocido como el Frente Polisario, un movimiento que busca la independencia de la región y que ha proclamado la República Árabe Saharaui Democrática.

Desde noviembre de 2020, el conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario por el control del Sahara Occidental se reactivó tras un alto al fuego de casi 30 años.

En represalia, Marruecos bajo la guardia fronteriza en mayo de 2021, facilitando que 10,000 inmigrantes irregulares curaran la frontera hacia Ceuta y Melilla, algo que fue considerado un chantaje por parte de las autoridades españolas.

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La relación entre España y Marruecos no se normalizó hasta marzo de este año, cuando Madrid cambio su posición sobre el Sahara Occidental y se mostró a favor del plan de autonomía bajo la soberanía marroquí que fue propuesto en 2007. “Es lo más serio y realista”, dijo entonces Pedro Sánchez.

La reconciliación se vio coronada con una visita de Sánchez al rey Mohamed VI en abril de 2022.

La tragedia en la valla de Melilla

El 24 de junio de este año cerca de 2,000 emigrantes en su mayoría de Sudán, país muy pobre y devastado por los conflictos, intentaron cruzar la frontera que separa Marruecos del enclave español de Melilla, una de las dos únicas fronteras de la Unión Europea con África.

Al menos 23 emigrantes murieron en aquella tentativa de cruzar a Melilla, según un balance de las autoridades marroquíes.

Sin embargo, expertos independientes nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU hablaron, el 31 de octubre, de 37 muertos. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), principal asociación independiente de defensa de los derechos humanos de su país, cifró los muertos en 27.

Estos expertos de la ONU calificaron como "alarmante" el hecho de que ni España ni Marruecos hayan asumido todavía responsabilidades y condenaron el "uso excesivo y letal de la fuerza por parte de las autoridades marroquíes y españolas”.

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Este balance humano es el más grave registrado en una de las numerosas tentativas de migrantes por entrar a Melilla y al enclave español vecino de Ceuta.

Madrid y Rabat justificaron la firmeza de su respuesta por la violencia de los emigrantes. Sin embargo, los videos publicados en las redes sociales tras los hechos mostraban a esas personas en el suelo, golpeadas por agentes marroquíes.

Dos investigaciones publicadas en noviembre por la BBC y el consorcio europeo Lighthouse Reports, en la que participó el diario español El País, denunciaron la brutalidad de las fuerzas marroquíes y pusieron en cuestión la actuación de las españolas.

Ambas concluyeron que hubo al menos un migrante muerto en territorio español, algo negado tajantemente por el ministro español del Interior.

En una carta dirigida el viernes a varias ONG y a la que tuvo acceso la AFP, el Defensor del Pueblo español, que investiga los hecho al igual que la fiscalía, estimó que las explicaciones del Ministerio del Interior "no se han considerado suficientes".

Amnistía acusa a España y Marruecos

Amnistía Internacional calificó este martes la muerte de al menos una veintena de migrantes cuando intentaban entrar en junio al enclave español de Melilla de "matanza masiva", y acusó a España y Marruecos de tratar de esconder la verdad de los hechos.

"Estamos aquí hoy para informar sobre una matanza masiva, desapariciones forzadas, actos de tortura, discriminación y racismo, violación del principio de no devolución. Todo eso en suelo europeo", afirmó la secretaria general de Amnistía, Agnès Callamard, durante la presentación en Madrid de un informe sobre la tragedia.

Son "violaciones del derecho internacional", continuó, señalando a las autoridades españolas y marroquíes de querer "encubrir sus asesinatos" escondiendo la verdad, a casi seis meses de haber ocurrido los hechos.

Según el informe de la ONG, que recabó testimonios de numerosos migrantes presentes el 24 de junio en la frontera entre Marruecos y Melila y analizó videos e imágenes satelitales, "los métodos empleados por las autoridades marroquíes y españolas contribuyeron a la muerte de al menos 37 personas”.

Amnistía asegura que 77 migrantes permanecen desaparecidos desde los hechos.

"Algunas acciones de los agentes españoles y marroquíes (...) pueden constituir violaciones del derecho a no sufrir tortura y otros malos tratos", escribió Amnistía.

Entre esas acciones estarían "golpear a personas que ya estaban inmovilizadas (...), negar asistencia médica de emergencia a las personas heridas (y) el uso reiterado de gas lacrimógeno contra personas que estaban en un espacio cercado del que no tenían forma de escapar”.

El Ministerio español del Interior mostró en un comunicado su "más firme repulsa" al informe de Amnistía, que a su juicio contiene "afirmaciones falsarias (...) de una extrema gravedad”.

Con información de AFP

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