Kailí también dijo que estaba al tanto de la actividad de su esposo, el italiano Francesco Giorgi, con el exeurodiputado Pier Antonio Panzeri, también de Italia, quien es el supuesto núcleo de la trama de tráfico de influencias.
Los fiscales creen que Panzeri utilizó a la organización Fight Impunity, con sede en Bruselas, para financiar una red de corrupción en el Parlamento Europeo en nombre de la monarquía catarí del Golfo Pérsico. Qatar insiste en que no tiene nada que ver con el caso.
Este martes, el líder de la Confederación Sindical Internacional (CSI), Luca Visentini, admitió haber recibido 50,000 euros de esta organización.
Visentini dijo en un comunicado que recibió el dinero para financiar su campaña para asumir el cargo de Secretario General de la CSI. También negó que haya dimitido de su cargo y aseguró que había decidido apartarse, "una especie de autosuspensión", y que está de vacaciones.
"Acepté esta donación en metálico por la calidad del donante y su carácter no lucrativo", declaró. "Esta donación no estaba relacionada con ningún intento de corrupción, ni para influir en mi posición sindical sobre Catar ni sobre ninguna otra cuestión", añadió.
La directiva de la CSI se reunirá el miércoles para debatir el caso de Visentini.
Visentini fue detenido para ser interrogado durante una operación de la policía belga en las que se descubrieron alrededor de 1.5 millones de euros en efectivo. Fue puesto en libertad sin cargos aunque sigue siendo sospechoso.