El año 2022 en particular es el quinto más caluroso del que se tiene memoria, con una media de 1.2º C por encima de la media preindustrial, según ese informe del programa europeo sobre el cambio climático Copernicus (C3S).
En esos ocho años, el mundo asistió a sequías o inundaciones excepcionales y a un aumento de la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, el principal causante del cambio climático.
América Latina y el Caribe quedaron relativamente al margen de estos registros, durante un ciclo presidido básicamente por el fenómeno de La Niña en el océano Pacífico, que genera un cierto enfriamiento.
En Europa, sin embargo, esa onda no llegó, sino todo lo contrario. El año 2022 en particular fue "el segundo año más caluroso" según registros oficiales. Los meses estivales batieron récords en Gran Bretaña, mientras que Francia, Portugal y España sufrían grandes sequías.
A nivel mundial, Pakistán sufrió inundaciones históricas, el centro y el este de China se vieron sometidas a canículas estivales, Nigeria sufrió diluvios.
La Niña provocó temperaturas más frías de lo habitual en el este de Australia y fuertes lluvias.
Y más al sur, "la extensión del hielo en el mar Antártico alcanzó un nivel mínimo récord o casi récord”.
En febrero de 2022, particularmente, se registró la extensión de hielo más precaria "en 44 años de observación satelital”.