Los chilenos elegirán el 7 de mayo un Consejo Constitucional de 50 miembros. Pero también habrá dos instancias designadas por el Congreso, cuya composición ha sido cuestionada por críticos de este proyecto.
La Comisión de Expertos escribirá un anteproyecto que será discutido en el órgano electo y el Comité Técnico de Admisibilidad que garantizará que el articulado no contravenga las llamadas "Bases Fundamentales".
La elección de los integrantes del Consejo Constitucional no contará esta vez con listas de independientes. La composición de los tres órganos, en tanto, será paritaria.
Para aprobar las normativas y el articulado, se necesitará del voto favorable de tres quintos de los consejeros y no los dos tercios del proceso anterior.
"Se llega a esta figura bastante razonable, que genera ciertas seguridades desde el punto de vista jurídico y político, garantías para la participación del Congreso Nacional, que va a tener la misión de elegir al Comité de Expertos", sostuvo Sebastián Zárate, profesor de la Universidad Autónoma.
El proceso debe finalizar en diciembre con un plebiscito ratificatorio.
Líneas rojas
La diferencia más sustancial son las 12 "Bases Fundamentales", inmodificables y que deben estar incluidas en la nueva Carta Magna, establecidas antes de iniciado el proceso: como que Chile es una "República democrática" con un carácter "unitario y descentralizado".
A los pueblos indígenas se les reconoce "como parte de la Nación chilena, que es una e indivisible", lo que impide declarar a Chile como un estado "plurinacional" como lo hizo el proyecto rechazado.
También fija los emblemas nacionales (bandera, escudo e himno), y la existencia de tres poderes separados: Ejecutivo, Judicial y Legislativo, con un Senado y una Cámara de Diputados y Diputadas. En la propuesta rechazada se establecían los "Sistemas de Justicia" y el Senado era reemplazado por una "Cámara de la Regiones".
Determina además la autonomía del Banco Central y la Contraloría General, entre otras instituciones.