Los correos enviados y recibidos por esas casillas datan entre 2012 y mayo de 2022, aunque la mayoría se concentran desde 2018 en adelante, indica un reporte del medio Ciper, que tuvo acceso a los mensajes.
Cuando la filtración se dio a conocer, el senador e integrante de esa comisión de Defensa de la Cámara Alta, Kenneth Pugh dijo a El Mostrador que la filtración no debería incluir información sensible, pues señaló que ese tipo de datos se maneja por otros medios. Pero esa presunción no era correcta.
Ciper señala que la filtración incluye documentos que dejan expuesto el Sistema Integrado de Inteligencia Conjunta, en el que participan, entre otros, el Comando Conjunto Norte y el Comando Conjunto Austral.
“En estos archivos anexos a los emails figuran, por ejemplo, datos de la estrategia de ciberseguridad implementada por las Fuerzas Armadas desde hace al menos una década: softwares, proveedores, funcionamiento de los sistemas, descripción de los equipos y la identificación de los oficiales encargados de los programas”, indica Ciper.
En una entrevista con BioBioChile, el grupo Guacamaya denunció un actuar negligente del organismo asesor del Ministerio de Defensa.
“Una empresa de ciberseguridad chilena alertó (de la vulnerabilidad) en agosto de 2021 (…) El EMCO eligió dejarlo abierto”, dijo el grupo en una entrevista con el medio chileno.
Según BioBio, hay más antecedentes, como una licitación fallida de diciembre de 2021 para revisar y reparar los servidores de correos que más tarde serían objeto de los ciberataques. El concurso público nunca vio la luz: debió ser revocado apenas días después por problemas “presupuestarios”.
Con información de AFP