Critica la falta de infraestructura, de servicios de salud y educación. "Se dice que el hospital es gratuito. Es falso. 100% falso. Uno tiene que gastar su dinero", explica.
Lamenta no haber podido dar "una educación" y por lo menos un oficio "a por lo menos uno" de sus tres hijos. "No estaba a mi alcance". subraya.
"La gente aquí se pregunta: ¿Cómo es posible que nosotros, siendo dueños del gas no tengamos gas? ¿Que siendo de todos la minería y teniendo los famosos cánones mineros no tengamos buenos colegios ni buenos hospitales?", dice el antropólogo Julio Edmundo Oliveira, de la Universidad de Cusco. "La pandemia (de covid-19) de hace dos años atrás destapó todas estas cosas", sostiene.
"Es un problema estructural que no data de ayer. No es culpa de Pedro Castillo, o de Dina Boluarte", opina, señalando que la raíz está en las carencias del Estado.
"Cusco, capital de la civilización inca, se desarrolló a partir de la cultura andina. Tras la independencia de 1821, la república peruana se desarrolló a partir del centralismo de Lima", explica. Asegura que éste jamás se preocupó por la educación. El poder nunca buscó instalar buenas escuelas, ni buenos liceos, en las zonas remotas.
"Nunca se invirtió en los Andes, cuando en realidad los Andes mantienen a la capital", agrega.
El antropólogo cita el ejemplo del Cerro de Pasco, un complejo minero casi agotado situado en los Andes, a 250 kilómetros de Lima y 4,200 metros de altitud. "La gente tiene plomo en los pulmones pero no hay hospitales, liceos, ni buenas universidades. El Cerro de Pasco es uno de los departamentos más pobres del país. Una vergüenza", asegura.