Tras unas semanas especialmente intensas por la llegada de miles de migrantes al sur de Italia, donde hace menos de dos meses el naufragio de una barcaza dejó más de 90 muertos en la región de Calabria, Salvini aseguró que Italia es "absolutamente incapaz" de gestionar "mil llegadas diarias" y que "es crucial que Europa despierte e intervenga".
"Lleva años charlando, pero nunca ha movido un dedo, y es hora de demostrar que existe una comunidad, una Unión, y que la solidaridad no es sólo responsabilidad de Italia, España, Grecia o Malta. Porque mil llegadas al día somos absolutamente incapaces de apoyarlas económica, cultural y socialmente", dijo.
El promotor de la declaración ha sido su mano derecha, Matteo Piantedosi, actual ministro del Interior, tras una conversación mantenida con Musumeci a raíz de los últimos desembarcos, señalaron a EFE fuentes de Interior.
Con el estado de emergencia también será posible implementar procedimientos y acciones más rápidas para ofrecer a los migrantes soluciones de acogida en poco tiempo y con estándares adecuados, afirmaron desde el Gobierno, ya que colaborarán en la asistencia tanto Protección Civil como la Cruz Roja Italiana.
"Si intervenimos en los países desde los que nos movemos, neutralizando la mafia de los traficantes, quizás podamos evitar lo peor", enfatizó Musumeci.
La medida, que "permite derogar algunas normas del ordenamiento vigente", "será nacional" porque "necesitamos ayudar a las regiones porque existe el riesgo de enviar el sistema al colapso si continúa este ritmo de llegadas", añadió, aunque insistió en la importancia de que Europa "se dé cuenta de que no hay mucho tiempo".