Alrededor de 258 millones de personas en 58 países y territorios padecieron en 2022 inseguridad alimentaria debido a los conflictos, el cambio climático, los efectos de la pandemia del covid-19 y la guerra en Ucrania, según el reporte.
"Se trata del número más alto registrado en los siete años de historia del informe", recalcaron los investigadores.
"La violencia (...) pero también la crisis climática se está convirtiendo en uno de los principales factores", dijo a AFP Rein Paulsen, director de la oficina de emergencias y resiliencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
"Nos preocupa la situación en Afganistán, Yemen, Haití o el Sahel. También en Sudán… la lista es larga, y la cantidad de personas que sufren de inseguridad alimentaria es inaceptable, porque conocemos las soluciones para remediarla", añadió el experto.
Siete países se enfrentaron a la inanición y a la indigencia, es decir a niveles catastróficos de hambre, entre ellos Haití, el único país del continente americano que figura por primera vez en esa lista.
Aportar medios para producir
Para luchar contra el aumento desenfrenado del hambre, los expertos consideran que es clave "cambiar de paradigma" y abordar las causas profundas y aportar medios a los agricultores y no tanto ayuda alimentaria.