No se facilitó la causa de la muerte, pero las autoridades indicaron que ningún reo ni miembros del personal de la cárcel resultaron heridos y que en ningún momento hubo peligro para el público.
¿Quién es Robert Hanssen?
En su página web, el FBI lo califica como "el espía más dañino" de su historia, ya que entregó a los rusos información de seguridad nacional "a cambio de 1.4 millones de dólares en efectivo, fondos bancarios y diamantes". Sus actividades de espionaje comenzaron en 1985, nueve años después de que se uniera al FBI.
Hanssen operaba bajo el apodo de "Ramón García" con los rusos y proporcionó información delicada, que comprometió a "numerosas fuentes humanas, técnicas de contrainteligencia, investigaciones y decenas de documentos gubernamentales clasificados", entre otros, al KGB y a la agencia que le sucedió, el SVR, indica el FBI.
Gracias a su experiencia y entrenamiento, Hanssen pasó desapercibido durante años, aunque sus actividades levantaron alguna que otra sospecha durante el tiempo que colaboró con Moscú.
En la década de los 90, tras el arresto de agente de la CIA Aldrich Ames por trabajar para los rusos, esta agencia y el FBI se dieron cuenta de que debía de haber otro espía de Rusia en sus filas, que estaba compartiendo información clasificada, hasta que dieron con Hanssen.
Hanssen fue arrestado en 2002 tras ser sorprendido haciendo un intercambio de material clasificado en un parque de los suburbios de Virginia, según el FBI.
Meses más tarde se declaró culpable de quince cargos de espionaje por vender material altamente clasificado a la Unión Soviética y a Rusia durante los últimos años de la Guerra Fría. Llevaba en la prisión de Colorado desde 2002.
Los investigadores del FBI trabajaron durante años para tratar de identificar al espía entre sus filas. En las semanas previas a su detención en febrero de 2001, unos 300 miembros del personal participaban en la investigación y vigilaban a Hanssen, según el buró.
Hanssen también alertó a los rusos de la existencia de un túnel secreto construido por el FBI bajo la Embajada de Rusia en Washington para llevar a cabo escuchas y fue acusado de comprometer a decenas de rusos que habían colaborado con Estados Unidos de los que algunos fueron ejecutados.