Hace casi un año, los investigadores incautaron unos 13.000 documentos en la finca de Trump en Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida). Cien estaban marcados como clasificados, a pesar de que uno de los abogados de Trump había dicho con anterioridad que todos los registros con marcas clasificadas habían sido devueltos al gobierno.
"¡SOY UN HOMBRE INOCENTE!", escribió Trump en su plataforma Truth Social el jueves, después de anunciar la acusación.
Trump había dicho previamente que desclasificó esos documentos mientras era presidente, pero sus abogados se han negado a presentar ese argumento en las presentaciones judiciales.
La CNN informó el viernes de que Trump dijo tras dejar el cargo que había conservado información militar que no había desclasificado. Esos comentarios, captados en audio, podrían ser una prueba clave en el caso.
La juez de distrito Aileen Cannon fue asignada inicialmente para supervisar el caso, según otra fuente que fue informada sobre el asunto. Ella también podría presidir el juicio, dijo la fuente, que habló bajo condición de anonimato.
Cannon, nombrada por Trump en 2019, tomó decisiones que le favorecieron en escaramuzas legales durante la investigación de los documentos el año pasado. Sus fallos fueron anulados en apelación.
Esta juez determinaría, entre otras cosas, cuándo se celebraría un juicio y cuál sería la sentencia de Trump si fuera declarado culpable.
El ya exabogado de Trump Jim Trusty dijo a CNN que los cargos incluyen conspiración, declaraciones falsas, obstrucción a la justicia y retención ilegal de documentos clasificados bajo la Ley de Espionaje.
Si vuelve a ganar la presidencia, Trump, como jefe del Gobierno federal, estaría en condiciones de desbaratar el caso federal, pero no el estatal en Nueva York.