Prigozhin dijo que sus acciones no equivalían a un golpe militar, pero el servicio de seguridad ruso FSB abrió una causa penal en su contra por llamar a un motín armado, informó el viernes la agencia de noticias TASS, que citó al Comité Nacional Antiterrorista.
El enfrentamiento, muchos de cuyos detalles seguían sin estar claros, parecía la mayor crisis interna a la que se ha enfrentado el presidente ruso Vladimir Putin desde que envió miles de tropas a Ucrania en febrero del año pasado, en lo que denominó "una operación militar especial".
Prigozhin, cuyas frecuentes diatribas en las redes sociales desmienten su limitado papel en la guerra como jefe de la empresa militar privada Wagner, lleva meses acusando abiertamente de incompetencia al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al general ruso de más alto rango, Valery Gerasimov.
A primera hora del día, Prigozhin pareció cruzar una nueva línea en su enfrentamiento cada vez más virulento con Moscú, al afirmar que la justificación del Kremlin para invadir Ucrania se basaba en mentiras urdidas por los altos mandos del Ejército.
Después, en una serie de mensajes de audio difundidos a última hora de la tarde en su canal oficial de Telegram, Prigozhin afirmó: "El ministro de Defensa ha ordenado ocultar 2,000 cadáveres que están siendo almacenados para no mostrar las pérdidas".
"Aquellos que destruyeron a nuestros muchachos, que destruyeron las vidas de muchas decenas de miles de soldados rusos, serán castigados. Pido que nadie oponga resistencia", añadió. "Somos 25,000 y vamos a averiguar por qué hay un caos en el país".
Prigozhin dijo que sus acciones "no eran un golpe militar", pero añadió: "La mayoría de los militares nos apoyan fervientemente".