Los documentos que Trump tomó "incluían información sobre las capacidades de defensa y armas tanto de Estados Unidos como de otros países, los programas nucleares de Estados Unidos, las posibles vulnerabilidades de Estados Unidos y sus aliados ante un ataque militar y los planes para posibles represalias en respuesta a un ataque extranjero", sostiene la acusación.
"La divulgación no autorizada de estos documentos clasificados podría poner en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos", agrega.
Los Archivos Nacionales, a los que una ley encomienda la custodia de todos los archivos presidenciales, le pidieron que devolviera un año después 15 cajas, en las que había casi 200 documentos clasificados.
En junio de 2022, agentes del FBI fueron a Florida para recuperar 38 documentos clasificados adicionales.
Los investigadores, convencidos de que tenía más, regresaron en agosto, esta vez con una orden de registro, y se llevaron una treintena de cajas que contenían 11,000 documentos, incluidos planes nucleares de una potencia extranjera.
Trump discutió con abogados la posibilidad de mentir a los funcionarios del gobierno que trataban de recuperar los documentos, almacenó algunos alrededor de un inodoro y movió cajas de ellos dentro de su casa resort de Mar-a-Lago, en Florida, para evitar que fueran encontrados, dijeron los cargos.
"¿No sería mejor que les dijéramos que no tenemos nada aquí?", dijo Trump a uno de sus abogados, según la acusación de 49 páginas.
Con información de Reuters