Reznikov, de 56 años, asumió el cargo tres meses antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, y lideró las negociaciones con los aliados para equipar a sus fuerzas con armamento moderno.
También ha ayudado a asegurar miles de millones de dólares de ayuda militar occidental para colaborar con el esfuerzo de guerra, pero ha sido perseguido por acusaciones de corrupción en torno a su ministerio que él describió como calumnias.
Su destitución se produce en medio de la contraofensiva lanzada por Kiev en junio para liberar las áreas ocupadas por Moscú en el este y el sur del territorio.
También coincide con la promesa de las autoridades de intensificar su lucha contra la corrupción, a petición de la Unión Europea.
Para reemplazar a Reznikov en la cartera de Defensa, Zelenski propuso a Rustem Umerov, jefe del Fondo de Propiedad Estatal.
El anuncio se produce horas después de que Rusia bombardeara varios sitios industriales a orillas del Danubio, en una región del suroeste de Ucrania fronteriza con Rumania.
Tras la suspensión del acuerdo que permitía la exportación de granos ucranianos por el mar Negro, Moscú multiplicó los bombardeos en esta región, donde hay puertos y otras infraestructuras necesarias para el comercio.
"El enemigo atacó las infraestructuras industriales civiles de la región del Danubio", declaró la oficina del fiscal general de Ucrania en Telegram.
Según el fiscal, las fuerzas ucranianas lograron derribar 22 de los 25 drones utilizados en el ataque.
El ejército ruso, por su parte, indicó que llevó a cabo un ataque de drones contra el puerto de Reni, en la frontera con Rumania, un país miembro de la OTAN.
Tanto Rumania como Moldavia condenaron el ataque, aunque Bucarest subrayó que "en ningún momento" los ataques rusos "generaron ninguna amenaza militar directa para el territorio nacional o las aguas territoriales de Rumania"
Un ataque directo contra un país miembro de la OTAN podría provocar una nueva escalada del conflicto.
Moldavia, que no pertenece a la Alianza Atlántica, denunció por su parte una operación rusa "brutal".
El presidente ucraniano señaló que había hablado con su homólogo francés, Emmanuel Macron, sobre cómo "reforzar la seguridad en la región de Odesa" y sobre los "medios de garantizar el funcionamiento" de un corredor establecido por Kiev en el mar Negro para permitir la navegación segura, después de que Rusia se retirase del acuerdo sobre la exportación de granos.
La conversación telefónica se produjo un día antes de que el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par turco, Recep Tayyip Erdogan, se reúnan en Sochi (Rusia), donde previsiblemente tratarán de la eventual reanudación del pacto cerealero, que auspiciado por la ONU y apoyado por Ankara.
Por su parte, el general Oleksander Tarnavskiy, encargado de la contraofensiva que Ucrania está llevando a cabo en el sur del país, aseguró que el ejército de Kiev realizó importantes avances en las líneas de defensa rusa.
"Ahora estamos entre la primera y la segunda línea de defensa" rusas, afirmó Tarnavskiy, durante una entrevista publicada este fin de semana en el diario británico The Guardian.
Días antes, Ucrania anunció la toma de la aldea de Robotyne, en el sur.
Aludiendo al escepticismo que ha despertado en algunos sectores la contraofensiva de Kiev, el general Tarnavskiy alegó que el ejército ucraniano sufrió retrasos porque "pasó más tiempo de lo previsto en retirar las minas de los territorios" ocupados por los rusos.Con todo, se mostró optimista respecto al futuro.
"El enemigo echa mano de sus reservas, no solo en Ucrania sino en Rusia. Tarde o temprano, a los rusos les quedarán pocos soldados buenos. Esto nos dará la oportunidad de atacarlos más y más rápido", declaró el general. "Todo llegará", apuntó.
Con información de AFP y Reuters