Hamás, grupo islamista armado que aboga por la destrucción de Israel, afirma que su ataque está justificado por la difícil situación de Gaza, bajo un bloqueo de 16 años, y la represión israelí más mortífera desde hace años en Cisjordania.
Los militantes mataron a tiros a decenas de jóvenes israelíes en una fiesta al aire libre en el desierto, una carnicería que la prensa local cifró en 260 fallecidos. Un día después, decenas de supervivientes seguían saliendo de sus escondites, y el lugar estaba lleno de coches destrozados y abandonados.
"Fue una masacre total", dijo Arik Nani, que celebraba su cumpleaños 26 y escapó escondiéndose durante horas en un campo.
Dos días después de que irrumpieran desde Gaza, los combatientes de Hamás seguían escondidos en varios lugares de Israel, en un ataque que hizo añicos la reputación de invencibilidad del Estado judío.
El ejército de Israel desplegó desde el sábado a decenas de miles de soldados en el sur, que siguen batallando contra los islamistas, y su aviación bombardeó cientos de objetivos en la Franja
Al menos 687 palestinos han muerto y 3,726 han resultado heridos en los ataques aéreos israelíes desde el sábado, según el Ministerio de Salud de Gaza.
El lunes, Israel ordenó el corte "inmediato" del suministro de agua a la Franja de Gaza, en el marco de un "asedio total" al territorio controlado por el grupo islamista palestino Hamás.
Abu Ubaida, portavoz de Hamás, afirmó este lunes que el grupo había actuado de acuerdo con el Islam al mantener a salvo a los cautivos israelíes. Pero agregó que a cambio de cada bombardeo israelí de una casa civil sin previo aviso, comenzará a ejecutar a un civil israelí cautivo.
Con información de AFP y Reuters