Las imágenes que circulan en las redes sociales, verificadas por AFP, muestran cuerpos, algunos cubiertos de sangre, otros de polvo, en los pisos del edificio, donde se habían instalado colchones debajo de los pupitres.
El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, expresó su indignación por un ataque "horrendo" y pidió que las escuelas dejasen de ser blanco de operaciones bélicas.
"Estos ataques (...) deben cesar. Un alto el fuego humanitario no puede esperar más", escribió en la red X.
La escuela bombardeada se había convertido en centro de acogida para "miles" de palestinos desplazados, precisó Lazzarini.
La UNRWA administra 26 escuelas y dos centros de salud en Jabaliya.
Por su parte, el coordinador de Asuntos Humanitarios y Ayuda de Emergencia de Naciones Unidas (OCHA), Martin Griffiths, denunció las "informaciones trágicas" y recordó que los refugios eran "lugares de seguridad" y las escuelas "lugares de enseñanza".
"La humanidad debe prevalecer", subrayó en X.
Otro bombardeo contra un edificio del mismo campo el sábado dejó 32 muertos de la misma familia, 19 de ellos niños, dijo el funcionario del Ministerio de Salud.
El ejército israelí no confirmó los bombardeos, pero señaló en un comunicado que sus tropas estaban ampliando sus operaciones en la Franja de Gaza, incluido en algunas partes de Jabaliya, para "apuntar contra terroristas y bombardear infraestructura de Hamás".
A principios de noviembre, el gobierno de Hamás anunció más de 200 muertos y cientos de heridos en bombardeos israelíes en Jabaliya repartidos en tres días.
Se trata del campo más grande de la Franja de Gaza, donde más del 80% de los habitantes son refugiados o descendientes de refugiados que abandonaron sus hogares en 1948 con la creación del Estado de Israel.
El Estado hebreo ha prometido "aniquilar" a Hamás en respuesta al ataque del movimiento islamista contra su territorio el 7 de octubre.
Durante la incursión, sus milicianos mataron a 1.200 personas, la mayoría civiles, y secuestraron a unas 240 personas, según las autoridades.
Israel bombardea desde entonces la Franja de Gaza, gobernada por Hamás desde 2007, y el 27 de octubre lanzó operaciones terrestres en el territorio. El grupo islamista elevó el sábado a 12.300 los muertos en esos ataques, entre ellos 5.000 niños.