Previamente, el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza dijo haber recibido un aviso del ejército israelí de su intención de desplegar una operación en este hospital, que desde hace días está en el centro del conflicto desatado el 7 de octubre.
Este hospital tuvo que enterrar a decenas de muertos en una fosa común, anunció el martes su director, y miles de civiles siguen atrapados en el complejo en una situación "horrible", denunció la ONU.
"Hay cadáveres esparcidos en los pasillos del complejo hospitalario y las salas refrigeradas de las morgues ya no tienen" electricidad, afirmó el director del hospital, Mohamad Abu Salmiya, en referencia a la escasez en la Franja de Gaza por la guerra y el asedio impuesto por Israel el 9 de octubre.
"Nos vimos obligados a enterrarlos en una fosa común", dijo el médico.
Un testigo en el interior del recinto afirmó que el olor de los cadáveres en descomposición es insoportable.
La vida de 36 recién nacidos está en riesgo
Además, las vidas de 36 bebés del hospital Al Shifa de Gaza pendían de un hilo, de acuerdo con el personal médico del centro, que afirmó que no existía un mecanismo claro para trasladarlos pese a los esfuerzos israelíes por suministrar incubadoras para una evacuación.
Tres de los 39 bebés prematuros iniciales ya han muerto desde que el mayor hospital de Gaza se quedó sin combustible el fin de semana para alimentar los generadores que mantenían en funcionamiento sus incubadoras.
Los 36 bebés, que pesan menos de 1.5 kilos y algunos entre 700 y 800 gramos, están ahora tumbados uno al lado del otro en camas normales, exponiéndolos a infecciones y sin ningún ajuste individual de los niveles de humedad y temperatura, dijo el personal.
"Por suerte, siguen siendo 36, no hemos perdido ninguno durante la noche", declaró a Reuters por teléfono desde Al Shifa el cirujano Ahmed El Mokhatallali. "Pero el riesgo sigue siendo muy alto. Todavía corremos el riesgo de perderlos”.