Hospital desbordado
El principal hospital de Jan Yunis, el Nasser, está desbordado de muertos y heridos. El domingo no quedaba espacio en el servicio de urgencias mientras la gente transportaba a más heridos envueltos en mantas y alfombras.
Mohamed Abu Shihab lloraba y juraba venganza por un hijo que, según él, había muerto a manos de un francotirador israelí.
El Ejército israelí dijo que bombardeó pozos de túneles subterráneos en Jan Yunis y atacó a un escuadrón de hombres armados palestinos que preparaban una emboscada, pero no dijo nada sobre ningún avance de tanques allí.
Ambas partes informaron también de intensos combates en el norte de la Franja de Gaza. Allí sonaron explosiones al amanecer y se pudieron ver columnas de humo desde el otro lado de la valla de Israel.
La inmensa mayoría de los habitantes de Gaza se han visto obligados a abandonar sus hogares, muchos de ellos huyendo varias veces con sólo las pertenencias que pueden cargar.
Israel afirma que está haciendo lo que puede para protegerlos, pero incluso su aliado más cercano, Estados Unidos, afirma que no ha cumplido sus promesas. El asedio ha cortado los suministros, y la ONU advierte de hambre y enfermedades.
En una conferencia internacional celebrada en Qatar, que actuó como principal mediador en una tregua de una semana en la que se liberó a más de 100 rehenes, los ministros de Asuntos Exteriores árabes criticaron a Estados Unidos por vetar el viernes una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exigía un alto el fuego humanitario.
El primer ministro de Qatar, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, afirmó que la guerra corría el riesgo de radicalizar a toda una generación en Oriente Medio.
En tanto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que "no renunciaría" a pedir un cese al fuego. Israel ha rechazado las peticiones de que detenga los combates.
En una reunión informativa con su gabinete el domingo, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que había dicho a los líderes de Francia, Alemania y otros países: "No pueden, por un lado, apoyar la eliminación de Hamás y, por otro, presionarnos para que pongamos fin a la guerra, lo que impediría la eliminación de Hamás".
Washington ha respaldado la postura de Israel, rechazando cualquier alto el fuego por considerarlo beneficioso para Hamás. Pero con los muertos disparándose y las agencias de la ONU advirtiendo de una catástrofe humanitaria, otros aliados se han mostrado reticentes: Francia votó a favor de la resolución de alto el fuego de la ONU y Reino Unido se abstuvo.