En una reunión de ministros y negociadores celebrada el domingo, un representante de la delegación saudita afirmó que el acuerdo de la COP28 no debería elegir las fuentes de energía, sino centrarse en reducir las emisiones.
"Hemos expresado nuestra preocupación por los intentos de atacar las fuentes de energía en lugar de las emisiones", declaró el representante.
Negociadores y observadores dentro de las conversaciones de la COP28 dijeron a Reuters que Arabia Saudita, líder de facto del grupo de productores de petróleo de la OPEP, es uno de los principales opositores a un acuerdo para eliminar de forma gradual el crudo y el gas.
Los negociadores explicaron a Reuters que otros miembros de la OPEP y de la OPEP+, como Rusia, Irak e Irán, también se han resistido a los intentos de incluir la eliminación progresiva de los combustibles fósiles en el acuerdo de la COP28.
Para las naciones productoras de petróleo, un acuerdo mundial en la COP28 para abandonar los combustibles fósiles —incluso sin una fecha final firme— podría indicar la voluntad política de otras naciones de reducir drásticamente su uso de los lucrativos productos de los que dependen las economías productoras de combustible.
Los climatólogos insisten en que las emisiones de gases de efecto invernadero no están disminuyendo, y por lo tanto, hay que tomar medidas drásticas, lo antes posible.
El objetivo compartido por las casi 200 naciones presentes en Dubái es alcanzar la neutralidad de carbono, es decir que las emisiones y la captura sumen cero, de aquí a 2050.
La COP28 sí ratificó en todo caso a Azerbaiyán como sede de la próxima COP, y de Brasil al año siguiente.
La ministra de Medio Ambiente brasileña, Marina Silva, pidió en su turno de agradecimientos la "reducción de la dependencia de los combustibles fósiles".
Con información de AFP y Reuters