"Esta bendición nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio", precisa el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobado por el papa Francisco.
En ningún caso debe confundirse con el sacramento del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Los sacerdotes deben decidir caso por caso y "no deben impedir o prohibir la cercanía de la Iglesia a las personas en cualquier situación en la que puedan buscar la ayuda de Dios a través de una simple bendición”.
Las bendiciones podrían darse "en otros contextos, como una visita a un santuario, un encuentro con un sacerdote, una oración recitada en grupo o durante una peregrinación".
El pontífice insinuó que se estaba preparando un cambio oficial en octubre, en respuesta a preguntas formuladas por cinco cardenales conservadores al comienzo de un sínodo de obispos en el Vaticano.
El documento de ocho páginas del lunes, cuyo subtítulo es "Sobre el significado pastoral de las bendiciones", explica situaciones concretas. Una sección se titula "Bendiciones de parejas en situaciones irregulares y de parejas del mismo sexo”.
La Iglesia enseña que la atracción hacia personas del mismo sexo no es pecado, pero sí lo son los actos homosexuales.