Estados Unidos, la Unión Europea y otros gobiernos han manifestado su profunda preocupación por los planes de Netanyahu de invadir la ciudad, donde se aglomeran cerca de 1.4 millones de personas, muchos de ellos alojados en carpas en medio del desabastecimiento de comida, agua y medicinas.
Biden "reiteró su opinión de que un operativo militar en Rafah no debería llevarse a cabo sin un plan creíble y realizable que garantice la seguridad y el apoyo a las más de un millón de personas que se encuentran refugiadas allí", refirió la Casa Blanca en un resumen de la conversación sostenida este domingo por ambos dirigentes.
Netanyahu, en apartes de una entrevista publicada el sábado en la noche, insistió en que la operación en Rafah se llevará a cabo "mientras damos paso seguro a la población civil para que pueda irse".
Mencionó áreas del norte de Rafah que han sido despejadas y que podrían usarse como zonas seguras para los civiles.
"Estamos trabajando en un plan detallado para hacerlo", explicó el primer ministro.
La llamada de este domingo en la mañana es el primer contacto que se conoce entre Biden y Netanyahu desde que el presidente estadounidense dijo que consideraba la campaña militar de Israel en Gaza como "excesiva".
"Hay mucha gente inocente que está sufriendo hambre, mucha gente inocente que está en problemas, muriendo, y esto tiene que parar", dijo Biden a los periodistas el jueves, en comentarios que fueron considerados como un endurecimiento de su tono hacia Israel.
Suficientes rehenes
En una entrevista con la cadena ABC, emitida el domingo, Netanyahu dijo que "suficientes" de los 132 rehenes israelíes que siguen retenidos en Gaza están vivos para justificar la guerra que el Estado judío mantiene en la región.