“El gabinete de guerra en Israel está conformado en su totalidad por hombres, no hay ninguna mujer. Y obviamente la organización Hamás, tampoco hay ninguna mujer que esté liderando. Entonces, vemos como los cuerpos de las mujeres, en realidad están respondiendo a una guerra que es organizada por hombres”, dice Rapp.
En esto coincide Judith Giber, integrante de la organización Women Wage Peace, una organizaciones de mujeres israelíes que buscan la paz entre su país y los terriotorios palestinos y que han establecidos lazos con organizaciones en Cisjordania y Gaza.
“Poner mujeres en las mesas de negociación, en la resolución de los conflictos y en la reconstrucción post-conflicto es algo imperativo para que cualquier conflicto, cualquier acuerdo de paz, tenga una duración a largo plazo”, dice Giber.
Giber señala que las mujeres tienen una perspectiva distinta de los conflictos, por lo que su visión puede enriquecer los diálogos.
“Nosotros no empezamos las negociaciones por dónde van a pasar las fronteras o cuáles son los territorios, sino que lo que miramos es cómo va a ser la vida, cómo va a ser la educación, cómo va a ser la salud”, explica.
Desde hace tres años, su organización estableció lazos con Women of the Sun, una organización de mujeres palestinas que también buscan la construcción de la paz.
“ Esto tiene muchísima importancia por dos cosas. Una, porque rompe esta barrera psicológica que todos tenemos de que no hay con quién hablar. Es mentira, hay con quién hablar. Nosotros conseguimos hablar con mujeres palestinas”, dice Giber.
La integrante de Women Wage Peace admite que después de los ataques del 7 de octubre, hay mujeres dentro del movimiento que se han sentido decepcionadas, pero el objetivo de la organización sigue siendo la resolución pacífica del conflicto.