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No habrá paz sin nosotras; así afecta la guerra a las mujeres en Israel

Las mujeres en este país exigen tener mayor presencia en las negociaciones de paz y que el tema de la violencia sexual cometida por Hamás el 7 de octubre no sea olvidado.
mié 13 marzo 2024 05:05 AM
Miembros de una ONG, que sostienen carteles con fotos de rehenes secuestrados en el mortal ataque del 7 de octubre a Israel por el grupo islamista palestino Hamas, se reúnen para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo palestino islamista Hamas en Gaza, en una plaza pública frente al Museo de Arte de Tel Aviv, en Tel Aviv, Israel, el 8 de marzo de 2024.
Actualmente, 19 mujeres israelíes se encuentran entre los 131 personas que continuan como rehenes en la Franja de Gaza.

Las mujeres han sido protagonistas de la guerra entre Israel y Hamás incluso desde antes que esta estallara. Varios reportes indican que las vigías del ejército israelí, en su mayoría un puesto ocupado por mujeres, fueron ignoradas cuando advirtieron de movimientos sospechosos en la Franja de Gaza, un enclave palestino gobernado por la organización Hamás.

El 7 de octubre, Hamás llevó a cabo un ataque en la zona sur de Israel que dejó al menos 1,200 víctimas mortales, en su mayoría civiles, así como el secuestro de 243 personas. Además, Israel ha denunciado que ese día, los militantes islamistas cometieron crímenes sexuales.

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Casi cinco meses después, la representante especial de la ONU sobre violencia sexual en conflictos, Pramila Patten, encontró "información clara y convincente" de que se cometieron actos de violencia sexual en los ataques, como violaciones y violaciones múltiples, y que este tipo de hechos se puede repetir entre las personas que siguen secuestradas en la Franja de Gaza.

Actualmente, 19 mujeres israelíes se encuentran entre los 131 personas que continuan como rehenes en el enclave palestino. De acuerdo con las autoridades israelíes, al menos 32 de los secuestrados estarían muertos.

Las mujeres en Israel exigen ahora, que 159 días de guerra ya han pasado, que se continúen las investigaciones sobre la violencia sexual, pero también que sus voces sean incluidas en las negociaciones de cese al fuego, que tienen a los rehenes israelíes en el centro.

“El cuerpo de la mujer utilizado como un territorio de guerra"

Aunque no son las únicas que lo sufren, las mujeres son más vulnerables a ser víctimas de la violencia sexual durante los conflictos armados, pues suele seguirse una lógica misógina.

“Las mujeres son tomadas como ese punto débil de aquel grupo al que quiero atacar.

Entonces, se encuentran noticias de mujeres asesinadas, cuando el objetivo no es tanto la mujer en sí, sino humillar a ese otro grupo de personas. Por lo tanto, el cuerpo de la mujer utilizado como un territorio de guerra”, indica Daniela Rapp, antropóloga especialista en estudios de género.

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Rapp señala también que el uso de este tipo de violencia es considerado como un crimen de guerra, por lo que es importante investigar las acciones de Hamás con este lente también.

La antropóloga de origen argentino explica que los días posteriores al ataque de Hamás fueron de mucha incertidumbre, pues se desconocía la magnitud de los ataques del grupo islamista en Israel, así como el tipo de violencias que se habían utilizado durante el asalto.

“Cuando empiezan a pasar los días, se empieza a dar cuenta que la cantidad de testimonios sobre violencia sexual que hay son cientos y cientos y cientos. Y se dan cuenta de que esto tiene un alcance mucho mayor”, relata Rapp.

Cochav Elkayam-Levy, abogada especialista en derechos humanos y ley internacional, junto con otras expertas comienzan a juntar evidencia sobre los actos de violencia sexual cometidos por el grupo islamista el 7 de octubre. Esto daría nacimiento a una Comisión Civil sobre los crímenes de Hamás contra mujeres y niños.

Muchas pruebas forenses, importantes para presentar los casos ante tribunales locales e internacionales, se perdieron en las primeras horas.

De acuerdo con la ley judía, cuando una persona es muy importante enterrarla cuando antes. Los voluntarios de Zaca, una organización de voluntarios, trató de enterrar la mayor cantidad de cuerpos o incluso solo partes de ellos en las primeras horas posteriores al ataque, lo que provocó que muchas pruebas forenses se perdieran.

“Estas personas, cuando van a enterrar los cuerpos, no piensan en la magnitud de lo que estaba pasando”, indica Rapp.

Sin embargo, se comenzaron a recopilar los testimonios de varias víctimas de violencia sexual y a cotejar con los videos publicados por Hamás, algunos en los cuáles se muestran escenas de violencia sexual.

“En Israel no había perspectiva de género, entonces no juntamos pruebas”, dice Rapp.

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El informe de Naciones Unidas

El tema fue ignorado por ONU Mujeres, quien en un comunicado publicado el 13 de octubre, menos de una semana después de los ataques de Hamás, no menciona los casos de violencia sexual que comienzan a circular.

El tema, empujado por la sociedad civil, ganó poco a poco espacio, con lo que se logró que la ONU enviara una comisión especial para investigar estas denuncias. El 4 de marzo, tres días antes de que se cumplieran cinco meses de la guerra, la ONU publicó un informe en el que indica que cuenta con “buenas razones para creer” que Hamás cometió violaciones como parte de sus ataques a Israel.

Acompañada de expertos, Patten visitó Israel y Cisjordania durante dos semanas y media a principios de febrero.

"En el contexto del ataque coordinado de Hamás y otros grupos armados contra objetivos civiles y militares en la periferia de Gaza, el equipo de la misión encontró que hay buenas razones para creer que se cometieron actos de violencia sexual relacionados al conflicto en varias ubicaciones durante los ataques del 7 de octubre, incluyendo violaciones y violaciones grupales", señala el informe.

Estos actos ocurrieron en al menos tres lugares: en el sitio donde ocurría el festival musical Nova y sus alrededores, en la carretera 232 y en el kibutz de Reim.

"En la mayoría de estos incidentes, las víctimas fueron violadas primero y después asesinadas, y al menos dos incidentes tienen que ver con la violación de cadáveres femeninos", según el informe.

Pese a que pidieron a las víctimas de violencia sexual de que se acercaran a testificar, ninguna quiso hacerlo.

Sin embargo, los miembros de la misión lograron entrevistar a sobrevivientes y testigos de los hechos del 7 de octubre, y a miembros de los servicios de salud.

Tuvieron acceso a 5,000 fotografías, 50 horas de video del momento del ataque y también entrevistaron a algunos de los rehenes que fueron liberados.

Rapp dice que antes de la justicia, es importante que las víctimas obtengan reconocimiento, ya que esto les permitirá acceder a algún tipo de reparación por parte de Estado.

El tema de la violencia sexual ha escalado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Actualmente está estudiando una resolución redactada por Estados Unidos que incluye una condena del ataque del 7 de octubre de Hamás "así como su toma y asesinato de rehenes, el asesinato de civiles y la violencia sexual, incluida la violación”.

"Les pedimos que condenen los crímenes de violencia sexual que estos bárbaros cometieron en nombre de la religión musulmana", dijo el ministro de relaciones exteriores israelí, Isaac Katz, al Consejo de Seguridad el lunes, y llamó también al organismo a "ejercer toda la presión posible sobre la organización Hamás para que libere inmediata e incondicionalmente a todos los rehenes secuestrados".

Más mujeres en la toma de decisiones por la paz

La antropóloga señala que aunque las mujeres son afectadas de manera desproporcionada en el conflicto, estas no suelen ser quienes tomen decisiones sobre el avance de este.

“El gabinete de guerra en Israel está conformado en su totalidad por hombres, no hay ninguna mujer. Y obviamente la organización Hamás, tampoco hay ninguna mujer que esté liderando. Entonces, vemos como los cuerpos de las mujeres, en realidad están respondiendo a una guerra que es organizada por hombres”, dice Rapp.

En esto coincide Judith Giber, integrante de la organización Women Wage Peace, una organizaciones de mujeres israelíes que buscan la paz entre su país y los terriotorios palestinos y que han establecidos lazos con organizaciones en Cisjordania y Gaza.

“Poner mujeres en las mesas de negociación, en la resolución de los conflictos y en la reconstrucción post-conflicto es algo imperativo para que cualquier conflicto, cualquier acuerdo de paz, tenga una duración a largo plazo”, dice Giber.

Giber señala que las mujeres tienen una perspectiva distinta de los conflictos, por lo que su visión puede enriquecer los diálogos.

“Nosotros no empezamos las negociaciones por dónde van a pasar las fronteras o cuáles son los territorios, sino que lo que miramos es cómo va a ser la vida, cómo va a ser la educación, cómo va a ser la salud”, explica.

Desde hace tres años, su organización estableció lazos con Women of the Sun, una organización de mujeres palestinas que también buscan la construcción de la paz.

“ Esto tiene muchísima importancia por dos cosas. Una, porque rompe esta barrera psicológica que todos tenemos de que no hay con quién hablar. Es mentira, hay con quién hablar. Nosotros conseguimos hablar con mujeres palestinas”, dice Giber.

La integrante de Women Wage Peace admite que después de los ataques del 7 de octubre, hay mujeres dentro del movimiento que se han sentido decepcionadas, pero el objetivo de la organización sigue siendo la resolución pacífica del conflicto.

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