Los cuerpos se recuperaron de "una tercera fosa común", después de que se hallaran otros 30 el mes pasado, indicó Motassem Salah, jefe del servicio de urgencia del hospital, donde el ejército israelí llevó a cabo una incursión de dos semanas a mediados de marzo.
No hubo reacciones inmediatas por parte de Israel, que acusa a Hamás de operar desde hospitales, algo que el grupo islamista niega.
Posiciones inflexibles
El destino de Rafah y el de los rehenes israelíes secuestrados por Hamás están en juego en las negociaciones en la capital egipcia, pero ambos bandos se muestran inflexibles.
Un alto cargo de Hamás dijo el miércoles a AFP que el movimiento islamista "insiste en las reivindicaciones legítimas de su pueblo" y aseguró que se trata de una "ronda decisiva" de negociaciones.
Estas negociaciones representan "la última oportunidad para Netanyahu y para las familias" de los rehenes "de ver regresar a sus hijos", advirtió el martes un líder islamista.
Hasta ahora, solo una tregua de una semana en noviembre consiguió detener el conflicto que estalló el 7 de octubre cuando comandos islamistas mataron a 1.170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250, según un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes.
Israel estima que, tras un canje de rehenes por presos palestinos en noviembre, 128 personas permenecieron cautivas en Gaza, de las que se teme que hayan muerto 36.